El candidato republicano Donald Trump se ha impuesto a la demócrata Hillary Clinton al hacerse con al menos 279 de los votos de los compromisarios y al menos 56.797.100 de votos.
En una intensa batalla electoral sobre los estados históricamente en disputa -los llamados ‘swift-states’, en inglés—, en especial Ohio, Florida y Carolina del Norte, el magnate adelantó a la ex secretaria de Estado y ahora se pone rumbo al despacho oval de la Casa Blanca.
Todavía quedan por contabilizar los votos de Alaska, Arizona, Michigan, New Hampshire y Minnesota. Sin embargo, el candidato republicano ya cuenta con más de los 270 compromisarios mínimos necesarios para ser presidente de EEUU.
Trump ganó en varios de los estados tradicionalmente demócratas como Michigan, Wisconsin, Indiana y otros que han sufrido una fuerte crisis económica en los últimos tiempos, hasta el punto que Detroit, la capital de Michigan, ha sido declarada en bancarrota.
A pesar de todas las encuestas que pronosticaban su derrota -y que Trump calificó de manipuladas a propósito para dar la ventaja a Clinton- el candidato se impuso y ha derrotado en toda su campaña, tanto en las primarias republicanas como en las demócratas- a todos los candidatos considerados pro-establishment, lo cual es una buena muestra de la crisis política, económica y social que vive EEUU.
En Oriente Medio, la victoria de Trump ha provocado la consternación de algunos regímenes monárquicos del Golfo Pérsico, que contaban con una victoria de Hillary Clinton, que hubiera dado lugar a un endurecimiento de las políticas de EEUU hacia países como Siria e Iraq.
Source: Agencias