A pesar de las nuevas expectativas de paz en Yemen, la coalición militar encabezada por Arabia Saudita se negó el martes a detener sus operaciones en la provincia de Al Hudaidah.
El movimiento popular hutí Ansarulá anunció este lunes que estaba preparado para frenar todas sus operaciones militares y promover así un posible acuerdo de paz con la coalición saudí.
Aunque el gobierno del presidente Abdu Rabbo Mansur Hadi aceptó participar en negociaciones de paz, las partes beligerantes volvieron este martes a enfrentarse por el control de la ciudad portuaria de Al Hudaidah.
La escalada reinició esta madrugada con ataques aéreos de la coalición dentro y en los alrededores de Al Hudaidah; mientras se libraban combates callejeros en la avenida Jamsin, una de las más importantes de la ciudad.
A pesar de las advertencias de diversos organismos internacionales sobre la hambruna, o la complicada situación sanitaria y epidemiológica en ese país de la Península Arábiga, miles de efectivos de la coalición saudí se mantienen desde hace tres semanas en Al Hudaidah para extremar sus operaciones en esa provincia.
La ciudad cabecera de ese territorio es el punto de entrada de más de las tres cuartas partes de las importaciones y la ayuda humanitaria del que depende la vida de millones de personas en Yemen.
Según Naciones Unidas, el país de la península arábiga corre el peligro de sufrir una de las mayores hambrunas en décadas; de acuerdo con la entidad, casi 14 millones de personas (cerca de la mitad de la población de Yemen) pronto podrían estar al borde del hambre.
Los datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indican por su parte que más de 400.000 niños están en riesgo de morir por desnutrición aguda grave.
Source: PL