Desde que el presidente Assad autorizó a Iraq, en respuesta a una misiva del primer ministro iraquí, a bombardear posiciones y concentraciones terroristas en el este de Siria, muchos se han preguntado sobre la razón de esta luz verde. Algunos analistas han vinculado esta nueva colaboración entre Siria e Iraq a su deseo compartido de abortar el “nuevo” proyecto que EEUU y las monarquías del Golfo Pérsico para crear un “emirato” en la provincia petrolífera de Deir Ezzor. Estas fuentes señalan que, con el fin de desbaratar este complot, Damasco permitió que Bagdad bombardee a los terroristas en el este de Siria.
El presidente sirio, Bashar al Assad, recibió el domingo 30 de diciembre en Damasco al jefe de las Unidades de Movilización Popular Iraquí (Hashid al Shaabi), Falih al Fayyad, cuyos combatientes están posicionados en la frontera sirio-iraquí junto con el Ejército sirio.
Según fuentes locales, EEUU y las monarquías del Golfo Pérsico estarían actuando para formar un emirato en la provincia de Deir Ezzor, rica en petróleo. Las tribus árabes son, sin embargo, hostiles a este proyecto y están cooperando con el Estado sirio para eliminar a los restos del Daesh, en gran parte pilotados desde la base estadounidense de Al Tanf. En este contexto, los ataques de Bagdad contra posiciones de los terroristas son esenciales.
Fayyad era portador de un mensaje para Assad del primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi. El mensaje abordaba el “reforzamiento de las relaciones bilaterales” así como “la importancia de la continuación de la coordinación entre Siria e Iraq, en todos los campos, incluyendo la lucha contra el terrorismo”. La carta insistía igualmente en la cooperación entre las dos partes, y en especial en la gestión de las fronteras comunes.
El periódico en lengua árabe Rai al Youm se refirió en un artículo al encuentro entre Assad y Fayyad y los intentos de EEUU y otros países occidentales de controlar la región fronteriza entre Siria e Iraq.
“El Daesh se está reorganizando en la orilla este del Éufrates y el anuncio de la retirada de las tropas estadounidenses de Siria, que parece ser un señuelo, es parte de este mismo plan”, informa Rai al Youm.
“La reaparición de Daesh en las zonas fronterizas se ha convertido en motivo de preocupación para los responsables iraquíes y sirios, y la visita sorpresa a Siria del asesor de seguridad del primer ministro iraquí responde a esta preocupación. El viaje del líder del Hashid al Shaabi a Damasco es un preludio del fortalecimiento de la coordinación entre Bagdad y Damasco para enfrentar este desafío”, dijo la fuente.
“Dado que los combatientes del Hashid al Shaabi han desempeñado un papel importante en la lucha contra Daesh y la expulsión de este grupo terrorista de Mosul y la mayoría de las ciudades y aldeas de Iraq la elección de Falih al Fayyad para dirigir esta misión no fue una coincidencia”, agrega el informe.
Bashar al Assad, que aboga por establecer estrechos vínculos con Iraq en todos los frentes, particularmente en la esfera de la seguridad, dio carta blanca a la Fuerza Aérea iraquí para bombardear los escondites de Daesh.
“Es suficiente que Bagdad informe a Damasco de sus ataques aéreos y no es necesario que solicite una autorización formal”, señaló el presidente sirio.
Ambos países están decididos, pues, a actuar de manera conjunta para impedir que ninguna entidad tribal o sectaria sea creada en este espacio estratégico situado en la frontera entre ambos países, señala el informe.
Source: Press TV