Con un largo y tenebroso expediente en América Latina y el Medio Oriente, el nombrado encargado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, dirige hoy desde Cúcuta la provocación en marcha contra Venezuela.
Abrams viajó ayer desde la Base Aérea de Reserva Homestead, en Florida, a esa ciudad colombiana fronteriza con Venezuela para supervisar el ingreso de la ayuda humanitaria, disfraz fabricado por Washington como antesala de una intervención militar, denunció Caracas.
El Departamento de Estado norteamericano informó que el halcón de la Casa Blanca encabeza una delegación para acompañar los insumos que serán enviados a Colombia con el fin de entregarlos a Venezuela ‘.
A su llegada a Cúcutá Abrams realzó el papel del gobierno colombiano y en particular del presidente Iván Duque en la cruzada contra el gobierno constitucional de Venezuela.
Y en lo que ha sido la línea aprendida del autoproclamado presidente Juan Guaidó, conminó a las fuerzas armadas bolivarianas a traicionar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro y permitir que se haga viable la entrega del cargamento ‘humanitario’.
‘Bloqueando la entrega de ayuda humanitaria, perjudican al pueblo venezolano’, afirmó Abrams, acompañado del embajador de su país en Colombia, Kevin Whitaker.
El exsubsecretario de Estado es tristemente célebre por su apoyo a las dictaduras militares que ensombrecieron Latinoamérica en décadas pasadas.
Luego, durante el gobierno de George W Busch, fungió como asesor de seguridad en las guerras contra Irak y Afaganistán que dejaron miles de muertos civiles.
Se desempeñó también como un alto funcionario del ultraderechista gobierno de Ronald Reagan en acciones directas y encubiertas con la CIA y la DEA en la operación Irán-Contra, dirigida al derrocamiento de la Revolución Sandinista.
En medio de la actual coyuntura, alistas alertan de su oscuro historial en operaciones encubiertas para conspirar contra sectores democráticos, revolucionarios y progresistas en el mundo.
Source: Prensa Latina