La carta pública del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, después de hacerse oficial su candidatura a las elecciones de abril venidero podría ser el catalizador para detener las protestas de los últimos días o avivarlas aún más.
Según el Consejo Constitucional, ayer se presentó en forma oficial la candidatura de Bouteflika para lidiar ante otros seis aspirantes, en tanto los opositores del Consejo Consultivo del Movimiento de la Sociedad por la Paz, vinculado a los Hermanos Musulmanes, y del Partido de los Trabajadores anunciaron el retiro de la contienda.
A modo de calmar los ánimos, aunque anoche la reacción fue de nuevas protestas en Argel y otras ciudades, en su misiva pública el mandatario manifestó que si el pueblo argelino ‘renueva su confianza’ asumirá la responsabilidad histórica de realizar su demanda fundamental: el cambio de sistema.
En ese sentido, el dignatario propuso seis compromisos como la celebración de una conferencia nacional ‘inclusiva e independiente’ para discutir, elaborar y adoptar reformas políticas.
Planteó asimismo la elaboración y adopción de una nueva Constitución a través de un referéndum para el nacimiento de una Nueva República y el nuevo sistema argelino.
Aseguró, además, una mejor redistribución de la riqueza nacional y la eliminación de la marginación y exclusión social mediante la aplicación de políticas públicas, así como enfrentar todas las formas corrupción.
El presidente enunció también adoptar medidas en beneficio de los jóvenes en todos los niveles para que sean ‘actores y beneficiarios prioritarios’.
Anunció, además, revisar la ley electoral y crear un mecanismo independiente de organización electoral que tendrá la responsabilidad exclusiva de la organización de las elecciones.
Una sexta proposición fue la de celebrar elecciones anticipadas, en la cual prometió no ser candidato, las cuales serán organizadas y tendrán lugar en fecha decidida por ese mecanismo independiente.
En el estado del norte de África desde el 22 de febrero pasado cientos de personas, en su mayoría jóvenes, han salido a las calles para oponerse a un quinto mandato del gobernante de 82 años, quien se encuentra en el exterior para exámenes médicos de rutina, según fuentes oficiales.
Estas expresiones populares de descontento tuvieron la particularidad hasta la fecha de ocurrir en relativa calma y bajo el amparo de los cuerpos de seguridad, que pese al uso de gases lacrimógenos, no han desembocado en hechos de violencia graves.
La alianza gubernamental -el Frente de Liberación Nacional, la Reagrupación Nacional para la Democracia, Agrupación Esperanza de Argelia y el Movimiento Popular Argelino- elogió el carácter pacífico de las protestas y subrayó que los comicios son la única vía para alcanzar el poder.
En ese sentido, llamó a realizar una campaña electoral adecuada y civilizada y a evitar caer en provocaciones.
En medio de estos acontecimientos políticos las autoridades de Argelia dejaron claro que no abandonarán el proyecto para un quinto mandato de Bouteflika.
Los comicios próximos son una oportunidad para que el pueblo elija en total libertad y soberanía, afirmó el primer ministro argelino, Ahmed Ouyahia.
Para algunos observadores estas manifestaciones recientes recuerdan los levantamientos populares que terminaron en 2011 con varios gobiernos del norte africano y que en el caso de Argelia fracasaron.
Source: Prensa Latina