El anuncio del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de abrir una oficina comercial en Jerusalén genera malestar en países árabes, según confirmó la ministra de Agricultura, Tereza Cristina.
Indicó que el 10 de abril se reunirá con 51 embajadores de países árabes para, entre otros asuntos, tratar la incómoda situación creada por la decisión de Bolsonaro.
Según Cristina, la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), entidad que representa a los ruralistas, participará en el encuentro con los diplomáticos árabes.
El domingo, primer día de su visita oficial a Israel, Bolsonaro anunció la apertura de una oficina comercial del gobierno brasileño en la ciudad palestina ocupada de Al Quds.
Medios periodísticos aseguran que la apertura de la oficina en Jerusalén es una salida diplomática al embarazoso escenario generado con países árabes tras Bolsonaro manifestar públicamente, luego de ser elegido, la intención de trasladar la Embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén, como hizo su ídolo, el presidente estadounidense, Donald Trump.
El eventual reconocimiento por parte de Brasilia de Jerusalén como capital de Israel y, también el eventual cambio de la embajada, suscitó el temor de represalias comerciales de países árabes, grandes compradores de carne bovina y de pollo de Brasil.
La reculada de Bolsonaro se dio después de señalamientos del ala militar del gobierno, de ruralistas y de la propia ministra de que la medida podría generar un perjuicio multimillonario para la economía brasileña.
Bajo este panorama, la Autoridad Nacional Palestina condenó la decisión de Bolsonaro y anunció que llamará de regreso al embajador en Brasil para consultas, lo que en el protocolo diplomático significa una gran insatisfacción.
Durante su tercera jornada de su recorrido por “Israel”, Bolsonaro se reunió el martes con empresarios y este miércoles regresa a Brasil.
El mundo árabe y musulmán advirtió al político brasileño de extrema derecha que de cumplirse ese cambio de embajada se afectarían de forma negativa los lazos comerciales. Varias organizaciones islámicas han hablado de la posibilidad de un boicot a los productos brasileños por el acercamiento de Bolsonaro al régimen sionista.
Brasil procura seguir los pasos de los gobiernos de EEUU y Guatemala, en contra de las directrices de las Naciones Unidas, que considera que Jerusalén Este es una ciudad palestina ocupada.
En 2010, Brasil fue el primer país sudamericano en reconocer un Estado palestino basado en las fronteras anteriores a 1967.
Source: Agencias