Aunque las autoridades iraníes y la mayoría de los expertos políticos y militares occidentales no creen que vaya a haber un conflicto militar entre Irán y EEUU, la mayor presencia de la Marina norteamericano en el Golfo Pérsico ha llevado a muchos medios occidentales a tomar en serio el riesgo de conflicto armado entre los dos países y advertir de las consecuencias de las tensiones cada vez mayores para la región.
La publicación estadounidense The National Interest comienza un artículo recordando la guerra de petroleros en la década de 1980 para decir que cualquier escenario es posible en la región del Golfo Pérsico.
La publicación recuerda que los portaaviones y grandes navíos estadounidenses son hoy mucho más vulnerables que hace unas décadas debido a la amplia gama de misiles antibuque en poder de las potencias rivales de EEUU, sobre todo Rusia y China, pero también Irán.
Por otro lado, en la región del Golfo Pérsico Irán puede aprovechar la geografía y topografía marina para librar una guerra naval con éxito en el Estrecho de Ormuz y sus alrededores. “Los marinos iraníes están plenamente familiarizados con esta región que ellos recorren continuamente”, señala..
Las características geográficas y topográficas del Golfo Pérsico y el Mar de Omán obligan a los grandes navíos a seguir un itinerario preciso, señala la publicación estadounidense. “Los barcos que pasen por allí estarán bajo la constante amenaza de las armas anti-buque basadas en tierra, tales como misiles de crucero y aviones tácticos, sin hablar de las lanchas rápidas de los Guardianes de la Revolución armadas con misiles antibuque y los submarinos diesel de distintos tamaños, incluidos los clase Kilo construidos en Rusia”.
En muchas zonas del Golfo Pérsico los navíos tienen muy poco espacio para maniobrar. Este escenario sirve a los intereses de una potencia regional como la República Islámica de Irán, que puede poner en marcha una estrategia eficaz para denegar acceso a la zona a sus rivales. Para ello, Irán no necesita portaaviones ni cruceros en un mar reducido con pasos marítimos estrechos. Los defensores pueden usar misiles basados en tierra, minas submarinas, submarinos y buques de superficie o lanzas rápidas para hostigar o destruir a los navíos enemigos.
Se trataría, pues, de una especie de guerra de guerrillas en el mar y no de una tradicional guerra naval. Los iraníes pueden concentrar su potencia de fuego y sus esfuerzos asimétricos en los lugares más estrechos y sinuosos del Estrecho, donde las posiciones del enemigo serán conocidas de antemano y les será fácil atacar a sus barcos allí”.
Al final, la publicación aconseja a los dirigentes estadounidenses no cometer el error de comparar el número de navíos de guerra de los dos países. “Aunque los norteamericanos pueden hacerlo bien, los locales pueden, sin duda, hacerlo todavía mejor”.
Source: The National Interest