En marzo pasado, el Jefe de Estado Mayor iraní, mayor general Mohammad Baqeri, se reunió en Damasco con sus homólogos sirio e iraquí para promover la creación del corredor ultra estratégico que unirá el puerto de Joramshar (en el sur de Irán) con la provincia siria de Latakia a través del territorio iraquí. Pero esta ruta estratégica que China quiere unir a la Nueva Ruta de la Seda preocupa a EEUU, que multiplica las acciones en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Iraq, en Deir Ezzor, en el este de Siria, o la frontera sirio-jordana para evitar la apertura de esta ruta, que sigue siendo la clave para la recuperación económica de la región. Además de reactivar las células terroristas del Daesh, EEUU planea desplegar misiles THAAD en la base de Ain al Assad (Al Anbar) para disuadir a Rusia de participar en este megaproyecto. Y, sin embargo, los primeros convoyes de peregrinos iraquíes ya han cruzado las fronteras en dirección a Damasco.
En la publicación Al Monitor, Joe Macaron, experto en relaciones internacionales y analista de la estrategia de EEUU en Oriente Medio, publicó un artículo fechado el 17 de mayo y titulado “¿Va a cortar la Administración Trump el puente terrestre de Irán con el Mediterráneo?”.
En él señala que Irán, Iraq y Siria trabajan para la reapertura del paso fronterizo que une Albu Kamal (en el lado sirio) con Al Qaim (en el lado iraquí). Es de lejos el paso fronterizo sirio-iraquí donde existe una fuerte presencia de fuerzas pro-iraníes. Para los tres países, existe un enorme potencial de desarrollar sus economías al vincularse por tierra, un hecho que constituye, por otro lado, su sagrado derecho.
La Administración estadounidense ha comprendido también las implicaciones de una oposición abierta contra los esfuerzos conjuntos de estos tres países y ha adoptado una actitud más bien prudente. En efecto, el 23 de abril, y por primera vez desde 2012, dos autobuses que transportaban a peregrinos iraquíes se dirigieron al santuario shií de la venerada Zeinab, situado cerca de Damasco. Los peregrinos cruzaron el paso de Albu Kamal, que está en manos del Ejército sirio y milicias iraquíes pro-iraníes. Este paso pronto podría quedar abierto también a los turistas y hombres de negocios.
La ciudad siria de Albu Kamal está situada junto al Río Éufrates, en la provincia de Deir Ezzor. En lo que respecta al puesto fronterizo de Al Qaim, en la provincia iraquí de Anbar, este paso fronterizo quedará listo de aquí a seis meses, señalan responsables iraquíes.
La posición estratégica de Albu Kamal ha convertido a esta ciudad en un importante centro militar. En el siglo XVII, la ciudad fue la capital de una provincia otomana y, en 1921, la sede de una gran guarnición cuando las tropas francesas ocuparon la región siria de Deir Ezzor. Hoy, la ciudad podría convertirse en la principal puerta de acceso terrestre desde Irán (a través de Iraq) a Damasco y luego al Mediterráneo
En el resto del artículo, Joe Macaron intenta reducir la importancia de este megaproyecto, potencialmente capaz de formar parte de la Nueva Ruta de la Seda, presentándolo como un asunto irano-estadounidense, sin nombrar a Rusia y China, que aparentemente también quieren participar. Rusia ha situado una unidad en Albu Kamal con el fin de proteger la ciudad contra los terroristas.
“A corto plazo, este corredor terrestre es un activo esencial para Irán, porque los iraníes buscan desarrollar su comercio y mitigar el impacto de las sanciones norteamericanas. La apertura del cruce entre Albu Kamal y Al Qaim permitirá a Teherán reducir su gasto en enlaces aéreos entre Teherán y Damasco. Lo que más debería preocupar a Washington son principalmente los intensos esfuerzos diplomáticos realizados en este sentido por Siria e Iraq, en particular una carta dirigida en junio de 2018 por el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Muallim, a su homólogo iraquí en ese momento, Ibrahim al Yaafari, en la que le solicitó reabrir el cruce de Albu Kamal-Al Qaim, o, más recientemente, una visita a Bagdad del primer ministro sirio, Imad Jamis, el 10 de abril de 2019.
“La especulación de los medios de que los kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDS) podrían lanzar una ofensiva contra Albu Kamal no es realista, especialmente porque que las FDS está preocupada por la amenaza turca en este momento y no desean enfrentarse al Ejército sirio y sus aliados. En última instancia, el gobierno de Trump podría presionar al gobierno iraquí para que se niegue a abrir Al Qaim. Pero la presión de EEUU sobre Iraq para que se distancie de Irán nunca ha tenido éxito. Y EEUU carece de influencia alguna sobre Siria. El punto de cruce entre Siria y Jordania se reabrió bajo la mediación de Rusia en 2018, pero la interferencia de EEUU y sus presiones sobre Jordania impidieron que esta reapertura se completara. En Albu Kamal, Washington no puede hacer lo mismo: es una apuesta perdida de antemano contra un Irán que trabaja junto con sus aliados, Siria e Iraq, y también con China y Rusia.
Source: Press TV