Preocupado por la amplia participación de Irán en el proyecto del Cinturón y la Ruta o la Nueva Ruta de la Seda y el corredor Irán-Mediterráneo, que no ha pasado inadvertido para los chinos, EEUU parece haber suavizado su hostilidad hacia Irán.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ya no puede ocultar sus preocupaciones. La ruta Irán-Mediterráneo ya está abierta. Con la finalización de un ferrocarril entre Shalamcheh en Irán y Basora en Iraq y la construcción de un puente de conexión sobre el Arvandrud (Shat el Arab), el enlace ferroviario y por carretera entre Irán, Iraq y los países del Mediterráneo oriental a través de la ciudad iraní de Jorramchahr se establecerán sin interrupción.
Esta ruta está además protegida por el Ejército sirio, los Hashid al Shaabi en Iraq y tropas iraníes y apoyada por los gobiernos de los tres países.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, quien visitó recientemente Islamabad, habló allí sobre el vínculo entre los puertos de Chabahar en Irán y Gwadar en Pakistán. Este proyecto sería también visto con buenos ojos por China, que está aumentando su influencia en Irán a costa de los intereses económicos y estratégicos occidentales, que temen el resultado de una alianza efectiva entre Irán, por un lado, y China y Rusia, por otro.
Las realidades sobre el terreno preocupan profundamente al presidente Trump, que parece diluir su discurso hostil y cambiar su tono.
Según el periódico londinense Al Arabi al Yadid, Donald Trump podría haberse adherido a la estrategia propuesta por el ex secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger y que consiste en “Hacer de Irán un socio económico”. Las siguientes líneas resumen el artículo publicado el 25 de mayo por el periódico Al Arabi al Yadid:
“Después de dos semanas de tensiones crecientes entre EEUU e Irán, ambas partes están más inclinadas a mantener la calma. Washington y Teherán están familiarizados con las reglas del juego: “La parte más poderosa es la que mejor puede demostrar su fuerza”. Los estadounidenses ciertamente están acostumbrados a este juego, pero en lo que respecta a Irán, debe decirse que esta es la primera vez que los iraníes han entrado en este juego directamente con EEUU”.
Las amenazas mutuamente intercambiadas por EEUU e Irán son solo, según el artículo, parte de una guerra verbal. “Pero Irán no es Vietnam y el EEUU de hoy en día no es el de los años 60 y 70”, recuerda.
El autor del artículo considera poco realistas las palabras del presidente de EEUU en el sentido de que sería fácil derrocar el sistema político en Irán, porque “Irán está totalmente dispuesto a defenderse”. Y una vez que se desarrollen las negociaciones indirectas, esto podría reforzar la idea de un diálogo directo y eso es lo que quieren los estadounidenses.
“EEUU querrá entonces establecer relaciones con Irán. Pero antes de llegar a esta etapa, muchos problemas deben ser abordados. EEUU quiere que los iraníes dejen de apoyar a los huzíes en Yemen, al Hashid al Shaabi en Iraq y al Hezbolá libanés, pero esto es algo que Irán nunca aceptará y EEUU debe saber esto antes de lograr ningún avance en su diálogo con Irán”.
Lo que los estadounidenses quieren más ahora es participar de algún modo en las nuevas rutas del transporte y la energía que se están construyendo en el continente asiático. EEUU está muy interesado en el lado marítimo de la Nueva Ruta de la Seda, especialmente en el Mar de China Meridional y luego en Sri Lanka, donde han enviado agentes de inteligencia para investigar los ataques terroristas del 21 de abril.
Tampoco debe olvidarse que esta ruta marítima continúa hacia África y que EEUU no quiere ceder a los chinos la influencia sobre la costa oeste y el centro del continente africano”, señala Al Arabi al Yadid.
Pero aún más importantes son las rutas terrestres de la Nueva Ruta de la Seda y la importante participación de Irán en este enorme proyecto. Sin embargo, el periódico Al Arabi al Yadid cree que el nuevo cambio de tono del presidente de EEUU hacia Irán enfrenta difíciles desafíos como un compromiso en torno al acuerdo nuclear de Irán, al que Washington debe retornar, según Teherán, y el levantamiento de las sanciones.
Source: Press TV