La reciente entrevista de Sayyed Hassan Nasralá al canal de televisión Al Manar ha provocado el pánico de los israelíes. Se trata de un pánico que resultó en la reacción inusual del primer ministro Netanyahu quien amenazó al Hezbolá libanés con una “respuesta fulminante”.
“¿Por qué reaccionó así el primer ministro israelí a las declaraciones del secretario general de Hezbolá?”, se preguntó el director del periódico Rai al Youm, Abdel Bari Atwan, en un artículo publicado el lunes 15 de julio.
“Desde la desaparición del ex presidente egipcio Gamal Abdel Nasser hace casi 40 años, la opinión pública árabe no había encendido el televisor para escuchar el discurso de un líder árabe, y he aquí hoy que el secretario general del libanés Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, vino a romper esta tendencia. No solo porque sea el rey de la retórica y pronuncie discursos coherentemente fortalecidos por análisis basados en las evidencias, sino también, y especialmente, porque goza de gran credibilidad. Se centra en la principal preocupación del mundo árabe, que es la liberación de las tierras santas de los palestinos y la lucha contra los planes humillantes de EEUU dirigidos contra el mundo árabe e islámico”.
Según el director de Rai al Youm, la última entrevista de Nasralá con la televisión Al Manar atrajo la atención de sus partidarios y opositores, así como de los israelíes y sus líderes políticos y militares. A los periódicos y canales de televisión israelíes se les ha prohibido decir una sola palabra o hacer un análisis, aunque sea breve, de estas declaraciones. “Cualquier análisis por parte de expertos militares retirados o generales israelíes del discurso de Nasralá podría aumentar el temor de la opinión pública israelí, en toda el área de la entidad sionista, desde el extremo norte al extremo sur”, escribe Abdel Bari Atwan.
“Es cierto que el Sr. Nasralá habló de la increíble capacidad de los misiles de alta precisión y del considerable progreso logrado en esta área por las fuerzas de Hezbolá y también evocó la experiencia obtenida durante la guerra en Siria. Sin embargo, el punto más importante en esta entrevista es que Hezbolá no necesita bombas nucleares o químicas. Un solo misil sería suficiente para atacar las reservas israelíes de amoniaco tóxico en el puerto de Haifa, lo que podría destruir “Israel”, causando docenas o incluso cientos de miles de bajas.”
“Cuando Nasralá amenaza con llevar a “Israel” de nuevo a la Edad de Piedra, aunque, obviamente, “Israel” nunca ha conocido este período debido a su breve historia, se dirige de hecho a Netanyahu y otros líderes israelíes usando exactamente su propio método.”
El periódico alude a parte de las declaraciones de Nasralá, donde afirma que espera dirigir una oración colectiva en la Mezquita de Al Aqsa:
“Es un sueño legítimo que no se realizará hasta después de la completa liberación de los territorios palestinos y que parece perfectamente plausible. Sería útil citar aquí un informe del redactor de asuntos internacionales de la BBC, John Simpson, con motivo del medio aniversario de la creación del ficticio régimen israelí. Con vacilación, John Simpson se hizo la siguiente pregunta: “¿Podrá “Israel” celebrar su centenario a la sombra de las disputas internas y debido a las circunstancias cambiantes?”
Al considerar inefectivas las amenazas de Netanyahu contra el Líbano y Hezbolá, Rai al Youm escribe que ni Hezbolá ni “Israel” quieren la guerra. “Sin embargo, esta guerra podría tener lugar”, dice el periodista árabe, que agrega:
“La pregunta más importante es si los israelíes podrán reanudar su vida normal bajo una lluvia de misiles, que caerán por miles en todas partes, y mientras el Ejército de EEUU y sus tecnologías de vanguardia serán incapaces de defender al régimen israelí.”
“En su discurso destinado a apaciguar la preocupación pública israelí por las declaraciones de Nasralá, Netanyahu no encontró nada mejor para impresionar a los israelíes que la evocación de la supuesta destrucción de 7.000 supuestos túneles excavados hace muchas décadas por Hezbolá en la frontera entre el Líbano y la Palestina ocupada. Este es un arma que ha perdido toda su efectividad y Netanyahu parece haber olvidado que los misiles de alta precisión y los drones de la Resistencia ahora pueden neutralizar todas las amenazas israelíes y sus sistemas antiaéreos avanzados desafían seriamente la supremacía aérea israelí, que fue un factor importante en los conflictos contra los ejércitos nacionales árabes en el pasado.”
Atwan recuerda el estado de pánico de Netanyahu cuando los movimientos de resistencia palestinos amenazaron con vengar la muerte del mártir Mahmud al Adham, asesinado a tiros por soldados israelíes en el norte de la Franja de Gaza. “El arrogante Netanyahu se vio obligado a disculparse y decir que fue un error y no un ataque intencional. También pidió la intermediación en El Cairo para evitar posibles represalias por parte de la Resistencia palestina.”
“Los discursos de Hassan Nasralá se han convertido en la pesadilla de los israelíes porque difunden una cultura de autoconfianza que emana de una fe y confianza evidentes en la fuerza de la Resistencia. Esta autoconfianza ahora ha trascendido las fronteras geográficas y se ha difundido también entre las fuerzas de la Resistencia no solo en el Líbano, sino también de Iraq, Siria y la Franja de Gaza. Es este mismo espíritu el que ha creado un equilibrio de disuasión sin precedentes. La situación ha cambiado y es ahora “Israel” el que tiembla de miedo ante la sola idea de una nueva guerra”.
Source: Press TV