Según diversos medios, Wall Street se muestra pesimista con la situación de la economía de EEUU y advierte de crecientes señales de una próxima recesión, justo en un momento en el que Donald Trump prepara su campaña de reelección.
En los últimos días, economistas de Goldman Sachs. Morgan Stanle y el Bank of America han advertido que la guerra comercial de Trump contra China va a perjudicar el crecimiento económico estadounidense. El pasado lunes, el Dow Jones de Wall Street cayó casi 400 puntos, o sea el 1,5%. Al día siguiente, Trump tuvo que salir al paso diciendo que podría aplazar algunas tarifas que iba a aplicar a productos chinos y la Bolsa se recuperó un poco.
Según la publicación Politico, Wall Street no cree, sin embargo, que vaya a haber un acuerdo comercial con China antes de las próximas elecciones de 2020.
Los economistas de Wall Street están culpando a Trump como el causante de los problemas económicos y quizá de una próxima recesión. “Los temores a que la guerra comercial provoque una recesión están creciendo”, señalan economistas de Goldman Sachs, citados por Politico. “Esperamos que los aranceles destinados a los productos chinos restantes, por valor de 300.000 millones, entren en vigor, más pronto o más tarde, y ya no esperamos un acuerdo comercial antes de las elecciones de 2020”.
El temor en Wall Street aumentó después de que China permitió a su moneda debilitarse frente al dólar, lo cual abaratará los precios de los productos chinos y anulará los efectos de las tarifas de Trump. Esto llevó al secretario del Tesoro de EEUU a calificar a China de “manipulador de moneda”.
La mayoría de economistas consultados por Reuters ahora esperan que las guerras comerciales de Trump generen una recesión en EEUU . “Ciertamente, el aumento de las tensiones comerciales a través de aranceles más altos y el acceso restringido a los mercados está perjudicando el ambiente, aumentando los costos, dañando las cadenas de suministro y debilitando la rentabilidad corporativa”, escribió James Knightley, economista internacional en jefe de ING.
Entre los signos que apuntan a la recesión está el hecho de que los inversores están ahora pidiendo mayores intereses por la deuda a corto plazo que a largo plazo, un fenómeno conocido como “curva de rendimiento invertida” y que suele preceder a las recesiones. Esto indica que los inversores esperan peores condiciones económicas en un futuro.
Otro problema que afronta la economía estadounidense es la creciente deuda pública, que creció en Julio un 23% con respecto al mismo período del año anterior, alcanzando los 371.000 millones de dólares. El déficit fiscal de este año hasta la fecha asciende a 867.000 millones de dólares.
Entre los factores que influyen en el crecimiento de la deuda están los recortes de impuestos decididos por Trump, el incremento de los gastos militares y el envejecimiento de la población, que depende ahora más del programa federal público de salud Medicare.
Source: Diversas