El apoyo ahora evidente del Egipto de Sisi a Siria ha llevado a los analistas a buscar la razón de ello, en especial dado que este apoyo se está volviendo cada vez más costoso para el presidente egipcio. Arabia Saudí está muy irritada con el hombre fuerte en El Cairo, que ha optado por alinearse con los rusos e iraníes en la defensa de la soberanía del Estado sirio.
Pero ¿por qué Sissi ha hecho esta elección, a riesgo de provocar una ira sin precedentes de Riad?
1- El debilitamiento de Turquía: todo el mundo sabe hasta qué punto el presidente egipcio está en guerra con el grupo de los Hermanos Musulmanes, del que la Turquía de Erdogan es el principal sostenedor. El golpe que llevó a Sisi al poder en 2013, tras derrocar a Mohammed Mursi, miembro de la cofradía, dio lugar a una campaña contra los Hermanos Musulmanes que son considerados como un grupo terrorista en Egipto, al igual que sucede en Siria. Este rechazo se ha extendido a Turquía, que nunca ha ocultado su deseo de ver a los Hermanos Musulmanes llegar al poder, tanto en Egipto como en Siria, y que ha cuestionado abiertamente la legitimidad de Sisi. En este sentido, el apoyo al gobierno de Assad permite a Egipto hacer frente a la Turquía de Erdogan.
2- Sisi cree que, de alguna manera, su propio futuro podría estar reflejado en la situación en Siria si sigue confiando en Arabia Saudí, el gran patrocinador del terrorismo takfiri en el mundo. Sisi ha dado la espalda a Riad porque la política saudí le inspira desconfianza. Él cree que Riad podría volverse contra Egipto buscando repetir allí el escenario de Siria. Después de todo, Sisi recuerda muy bien cómo Arabia Saudí traicionó a Saddam Hussein en su día apoyando la invasión norteamericana de Iraq.
Las palabras de Sameh Shukri, el ministro de Exteriores egipcio, ante la Asamblea General de la ONU, han mostrado claramente que la política de El Cairo busca ahora alejarse de Riad. Sissi quiere evitar a cualquier precio una situación similar a la de Siria en su casa y no quiere poner en peligro la seguridad nacional egipcia por un puñado de petrodólares o algunas promesas vacías.
3- Además, el EI ya se ha infiltrado en el Sinaí egipcio. El grupo terrorista “Ansar Beit-ul-Moqadas”, que reivindica regularmente ataques contra el Ejército egipcio, es una rama del EI y El Cairo teme que, como ha sucedido en Siria, algunos sectores de los Hermanos Musulmanes se alineen con la causa del EI. En este sentido, Sisi desea la derrota del terrorismo tanto en Siria como en Iraq.
4- El presidente egipcio tiene también los ojos puestos en los últimos acontecimientos en EEUU. La elección de Donald Trump y el discurso favorable a las relaciones con Rusia de este último parecen haber dado confianza a Sisi, que no duda en proclamar su apoyo al gobierno sirio y la lucha que éste libra contra el terrorismo.
5- Además, si Siria cayera en manos de los terroristas, esto causaría el caos en toda la región y los terroristas se multiplicarían, afectando necesariamente a la seguridad egipcia. El EI y otras organizaciones similares que son apoyadas por Riad no ocultan su deseo de expandirse a todos los países musulmanes. ¿Qué pasaría en tal escenario con Egipto?
6- Por último, el poderoso Ejército egipcio que actúa a la sombra del general Sisi posee en su interior corrientes que creen que el destino de Egipto está ligado al de Siria. De acuerdo con estas corrientes, la seguridad egipcia es inherente a la de Siria y el terrorismo en Siria amenaza a Egipto. Los ejércitos de los dos países han luchado históricamente juntos, uno al lado del otro, contra las amenazas comunes.
De este modo y aunque las presiones saudíes aumenten, Egipto parece haber hecho ya su elección.
Source: Agencias