El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, instó el miércoles a Turquía a detener la ofensiva militar en el noreste de Siria, al aseverar que no conducirá a resultados positivos.
‘Turquía tiene preocupaciones sobre su seguridad en su frontera con Siria. De todas formas, llamo a Turquía y también a los otros actores a actuar con contención y a detener las operaciones que ya están en marcha’, declaró durante una intervención en el Parlamento Europeo.
El lunes la Unión Europea advirtió a Ankara que una operación exacerbaría el sufrimiento de ese pueblo y perjudicaría los esfuerzos para buscar una salida política a la crisis.
Por su parte, Holanda condenó la ofensiva al exhortar a Turquía a no avanzar en el camino tomado y anunció que convocará al embajador de esa nación.
Mientras, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, mostró preocupación por la operación unilateral la cual ‘podría empeorar la situación y perjudicar los resultados alcanzados en la lucha contra el terrorismo’.
En ese sentido se pronunció el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, quien llamó a la moderación.
A la condena internacional se unió Francia, Alemania y el Reino Unido, quienes anunciaron un inminente recursos ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, según la secretaria de Estado francesa para los Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin.
La ciudad de Ras Ain, en el extremo nordeste del país árabe, fue blanco de intensos bombardeos turcos con artillería y aviación, que provocaron un desplazamiento masivo de civiles, mientras el Gobierno afirmó a través de un comunicado de la cancillería, que enfrentará con todos los medios legítimos cualquier operación en su espacio territorial.
La conducta agresiva del gobierno de Recep Tayyip Erdogan es injustificable y muestra sus ambiciones expansionistas en Siria, indica en el texto.
Por otro lado, el Gobierno sirio responsabilizó a las milicias armadas kurdas de lo que está sucediendo en la región del este del río Éufrates debido a su dependencia de un proyecto estadounidense.
Por su parte, Turquía insistió en justificar los bombardeos con la supuesta necesidad de neutralizar amenazas terroristas y permitir el regreso a ese país de refugiados.
Turquía ocupa más de seis mil kilómetros cuadrados de territorio sirio al norte de la provincia de Alepo, y mantiene más de una docena de puntos de control alrededor de Idleb que no evitaron ataques terroristas contra numerosas localidades.
Siria resiste el ataque de una coalición encabezada por Washington y respaldada por sus aliados occidentales y en el Oriente Medio, tras ocho años de guerra impuesta, con más de medio millón de muertos y mutilados y pérdidas económicas superiores a los 300.000 millones de dólares.
Source: PL