Lavrov señaló que Washington busca, con el dinero de naciones del golfo Pérsico, crear un enclave en el norte sirio, en manos de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias, formadas por kurdos, para controlar los yacimientos de hidrocarburos de esa zona.
Nosotros respaldamos la creación, junto al Gobierno sirio, de las condiciones necesarias para la modernización de la infraestructura, con el fin de permitir el regreso de los refugiados, y hacemos extensivo el llamado a participar en ese proceso a otras naciones, apuntó.
La víspera, antes de viajar al II Foro de Paz en París, Lavrov indicó que Estados Unidos desea apoderarse de los yacimientos de petróleo y gas de Siria, al poner en práctica un plan para intentar la separación de la parte norte de esa nación.
El presidente estadounidense, Donald Trump, había anunciado en octubre pasado la salida de casi dos mil uniformados de su país, instalados ilegalmente en bases en el norte sirio.
Pero luego de abandonar los militares estadounidenses varias de esas instalaciones temporales, éstas fueron ocupadas por fuerzas gubernamentales sirias y, en algunos casos, hasta allí llegaron miembros de la Policía Militar rusa.
Sin embargo, Trump expuso un nuevo pretexto para justificar la presencia de tropas norteamericanas en Siria: la supuesta necesidad de velar por la seguridad de yacimientos petroleros, que Rusia recordó son patrimonio del Gobierno del país levantino.
Moscú organizó con Ankara un patrullaje conjunto de áreas cercanas a la frontera norte siria con Turquía para comprobar la evacuación total, en una franja de 20 kilómetros, de las formaciones armadas kurdas. En esa avenencia no participó Washington en ningún momento.
Para el citado patrullaje, Rusia desplegó unos 300 miembros adicionales de su Policía Militar que ya garantizó el respeto de alto al fuego, la llegada de ayuda humanitaria, el desminado y el proceso de reconciliación en otras áreas de Siria.
Source: PL