En los últimos días, las autoridades sirias confirmaron la rendición de la ciudad de Muadimiyah, en la Guta Occidental, como consecuencia de un acuerdo similar al que tuvo lugar previamente en Darayya. El acuerdo llevará a la reintegración en la vida civil o la evacuación hacia Idleb de un grupo de militantes que controlaban la ciudad. Todas las armas serán entregadas o destruidas.
Muchos de estos combatientes han entendido que ellos no estaban apoyando con su lucha a ninguna “revolución” sino a unos grupos extremistas que sirven los intereses de potencias regionales e internacionales hostiles a Siria, y en primer lugar a EEUU, Israel y al régimen de Arabia Saudí, que emplea habitualmente el terrorismo para servir a los intereses políticos de la Casa de los Saúd. Este convencimiento ha llevado a muchos militantes sirios a renunciar a las armas y a reintegrarse en la vida civil.
La rendición de Darayya fue fruto, sobre todo, de la profesional actuación del Ejército sirio, que rompió la línea de defensa de los militantes y amenazaba con tomar la ciudad por la vía militar. En mayo pasado, el Ejército capturó las tierras y granjas que rodeaban a la ciudad, lo cual privó a los terroristas desplegados en ella de agua, trigo y vegetales y les dejó a expensas de los paquetes de alimentos de la ONU. Las municiones comenzaron también a escasear.
El Ejército lanzó una ofensiva en Darayya en este mes de agosto y los barrios ocupados por los terroristas en la ciudad estuvieron a punto de quedar partidos en dos. Esto llevó a muchos militantes a comprender que su única opción era la de rendirse o morir. En lo que respecta a Muadimiyah, la rendición de la misma era algo obligado después de la de Darayya.
Desde el punto de vista militar se trata de un éxito sin paliativos para el Ejército sirio, que ha logrado el control de dos ciudades estratégicas y que constituían pasos obligados en la ruta entre Damasco y el Sur de Siria. Las dos ciudades están muy próximas a la capital y constituían plataformas para atacarla con morteros y cohetes. También están muy cerca del Aeropuerto Militar de Mazze, que ahora podrá entrar en pleno funcionamiento, sin la amenaza de ataques.
Estos dos acuerdos serán el modelo para otros dentro de la provincia de Damasco, donde el Ejército sirio ha estado llevando a cabo una campaña exitosa que se ha traducido por un avance decisivo en la Guta Occidental y en la Guta Oriental, donde se acerca cada vez más a Duma, la capital de los terroristas en esta zona de Siria. En este sentido, la rendición de Darayya y Muadimiyah podría tener un efecto dominó en la provincia y llevar a acuerdos de ese tipo en Jobar, Jan Shieh, Yarmuk y otras zonas.
La toma de Darayya supuso a su vez la liberación de 2.500 soldados de la 4ª División, una unidad experimentada, que están ahora libres para participar en otras batallas, particularmente en Alepo. La posterior liberación de otras localidades de Siria permitirá más liberaciones de tropas y más avances, creando así otro segundo efecto dominó.
Por encima de todo, la rendición de Darayya muestra cual es la dirección del viento que sopla ahora en Siria. Día tras día los mapas en Siria cambian a favor del Ejército, que ha logrado enormes éxitos en Alepo y otras zonas en estas últimas semanas.
No hay que olvidar aquí el enorme papel jugado por el Ministerio de Reconciliación Nacional de Siria, que ha conseguido ya treguas en más de 500 localidades, donde ya no existen combates. La acción de este ministerio está llevando al país hacia una pacificación gradual, a través de los procesos de reconciliación, de los que quedan excluidos los grupos wahabíes takfiris más radicales y dependientes del dinero saudí o qatarí.
Estos terroristas, sin embargo, están jugando sus últimas cartas. Contando con la ayuda de sus mentores extranjeros, ellos han lanzado dos ofensivas recientes en el sur y suroeste de Alepo y el norte de Hama. Tras unos éxitos iniciales, estas ofensivas han acabado empantanadas y a partir de ahí han comenzado los contraataques del Ejército sirio y sus aliados, que recuperan el terreno perdido en un lento avance que deja tiempo a que los terroristas sufran una fuerte sangría humana y de material, con pérdidas que alcanzan los miles de combatientes. Los bombardeos aéreos rusos y sirios han convertido a Alepo y Hama en enormes cementerios de estos terroristas que padecen ya un colapso moral debido a estas continuas pérdidas y derrotas.
Source: Sitio de Al Manar en Español