El gobierno de Riad está tratando de converger con Damasco para romper el asedio diplomático y político en el que se encuentra.
El periódico panárabe Rai al Youm escribió que Abdulá al Moalami, representante permanente de Arabia Saudí ante las Naciones Unidas, invitó a su homólogo sirio Bashar al Yaafari a asistir a una ceremonia especial en honor del ministro de Estado y miembro de la Comisión Suprema y del Comité Preparatorio para acoger la Cumbre del G20, Fahad Al Mubarak. Es una señal del “comienzo” de un cambio en la política de Arabia Saudí hacia Siria. Además, el acuerdo de Bashar al Yaafari con la invitación de los dos funcionarios saudíes antes mencionados muestra que esta apertura diplomática no es accidental, sino el fruto de una reflexión de Arabia Saudí que quisiera pasar la página del viejo contencioso con Siria.
En Arabia Saudí, cualquier medida diplomática, particularmente con respecto a un país árabe del tamaño de Siria, se lleva a cabo al más alto nivel del gobierno después de una cuidadosa consideración de todas las políticas, condiciones nacionales e internacionales.
Es probable que Riad, a través de su normalización de vínculos con Siria, quiera romper el asedio diplomático y político en el que se encuentra y crear un nuevo frente contra la coalición Qatar-Turquía.
Las relaciones entre Doha y Riad se han deteriorado, y el influyente canal de televisión Al Yazira y otros medios de Qatar son muy críticos de las políticas de los líderes saudíes. En este sentido, Damasco y Riad tienen un deseo común de hacer frente a los enemigos, en particular Qatar y su aliado turco.
Después de un largo silencio, Bashar al Yaafari, el representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, criticó a Turquía y Qatar y acusó al “régimen de Qatar” de apoyar el terrorismo y sobornar a las Naciones Unidas a cambio de su silencio. Ante el Consejo de Seguridad, Yaafari dijo que el primer ministro qatarí había admitido en una entrevista televisiva que su país, Arabia Saudí y Turquía habían gastado 173.000 millones de dólares para derribar al gobierno legítimo de Siria. “Qatar cree que es inmune a las sanciones, pero está mal porque vamos a castigarlo. El día de la rendición de cuentas ha llegado”, dijo.
Rai al-Youm se refiere al hecho de que los acuerdos entre Siria y Arabia Saudí fueron supervisados por Rusia. “La situación ha cambiado y Arabia Saudí y Siria se necesitan mutuamente y lo que los une es su enemistad frente a la coalición turco-qatarí”. Con el inicio de la reconstrucción del país, Siria vería con buenos ojos inversiones de los saudíes mientras que Arabia Saudí necesita a Siria en el contexto de su derrota en la guerra de Yemen y la ofensiva turca en el mundo árabe.
La importancia de la aproximación diplomática de Arabia Saudí con respecto a Siria en las Naciones Unidas no debe tomarse a la ligera. Se produce cuando la región atraviesa un período lleno de acontecimientos: la reanudación de las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos y Siria, la intervención militar turca en Libia, el aumento de las tensiones entre Irán y EEUU en el Golfo Pérsico y una fuerte mejora en la situación en Siria.
Por un lado, la reciente reunión entre el director de la oficina de seguridad nacional siria, Ali Mamluk, y el jefe de los servicios de inteligencia turcos, Hakan Fidan, en Moscú la semana pasada ha despertado también la aprensión saudí, que teme una aproximación turco-siria.
¿Podrían ser las próximas sorpresas el regreso de Siria a la Liga Árabe y la ruptura de las relaciones de Riad con los militantes sirios, algunos de los cuales luchan con el apoyo turco contra las tropas del general Haftar, respaldado por Arabia Saudí, en Libia?
Source: Press TV