Cien años después, el espectro de la revolución de 1920 se cierne sobre Iraq más que nunca … En ese año, los iraquíes se rebelaron contra los británicos, percibidos como ocupantes. En 2020, EEUU es ahora la fuerza de ocupación en este país, a los ojos de una gran parte de la población iraquí. Sobre todo porque ha multiplicado sus violaciones de la soberanía de Iraq y de los términos del acuerdo que regula su presencia.
Violaciones de soberanía
Durante los últimos meses, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo varios ataques aéreos, sin autorización previa del gobierno iraquí, contra las posiciones del Hashid al Shaabi, las Fuerzas de Movilización Popular, que lucharon contra el Daesh con la ayuda de expertos iraníes y se integraron en el Ejército iraquí. Ellos también han sido objeto de ataques con drones israelíes. Los estadounidenses los dejaron pasar sin interceptarlos.
La animosidad contra EEUU experimentó un aumento significativo tras el asesinato del número dos del Hashid, Abu Mahdi al Mohandis, en un ataque estadounidense contra su convoy, donde también viajaba el jefe de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, general Qassem Soleimani. Ocho combatientes, incluidos cuatro iraquíes, también fallecieron en aquel ataque.
Las fuerzas estadounidenses serán expulsadas
Sin embargo, la opción militar parece ser un recurso esencial, dada la negativa de la administración estadounidense a cumplir con la solicitud hecha por el Parlamento y luego por el gobierno iraquí para exigir la retirada de las fuerzas extranjeras, incluyendo las de EEUU, que están compuestas por unos 5.200 soldados según fuentes oficiales.
“Una vez más, la revolución de la década de 1920 se reproduce”, advirtió el líder de la milicia Asaeb Ahl al Haq, o las Brigadas Populares de la Verdad, un componente del Hashid.
Las fuerzas estadounidenses “serán expulsadas y la solución militar aún está en vigor”, aseguró Qais al Jazaali en un breve discurso.
La manifestación del viernes, un referéndum para la resistencia.
De ahí la importancia de la manifestación del viernes 24 de enero para solicitar la partida de las fuerzas extranjeras de Iraq y para cuyo éxito han estado trabajando todas las facciones del Hashid al Shaabi y la resistencia iraquí, además de la influyente corriente sadrista.
El éxito en la convocatoria ha mostrado que la salida de las fuerzas extranjeras es una demanda popular.
También es por la misma razón que los estadounidenses han estado haciendo todo lo posible para evitar que estas protestas tengan éxito. Ellos han intentado promover manifestaciones antigubernamentales en Iraq y provocar temores o disputas intercomunitarios apelando a sunníes y kurdos.
Sin embargo, durante su reunión con el presidente Donald Trump en Davos, el presidente iraquí Barham Saleh, un kurdo, recordó a los estadounidenses la necesidad de respetar la soberanía iraquí.
“El reciente llamamiento del Parlamento iraquí para retirar las tropas estadounidenses de nuestro país no es una señal de ingratitud u hostilidad, sino más bien una reacción a lo que muchos iraquíes consideran violaciones de la soberanía de su país. Este tema crucial tendrá que resolverse mediante el diálogo y aceptando que la soberanía iraquí y la estabilidad duradera de Iraq están en el centro de este diálogo”, dijo, según AFP.
Además, docenas de jefes de tribus sunníes en Diyala manifestaron su deseo de participar en la manifestación por la retirada estadounidense del viernes, dijo el ayuntamiento de la provincia.
Incluso si esta enorme manifestación no logra persuadir a los norteamericanos de que abandonen este país, sin embargo, es un referéndum que legitimará la resistencia contra sus fuerzas.
Source: Al Manar