En el norte de África, algunos aún muestran sorpresa: ¿Cómo es que la Siria de la Resistencia de repente decidió establecer vínculos con Tobruk, dominado por el general Jalifa Haftar, de quien sabemos que está bajo protección saudí, emiratí, y egipcia, entre otras? La respuesta puede no ser demasiado difícil de hallar si tenemos en cuenta las ambiciones imperiales turcas que afectan al mismo tiempo a la provincia siria de Idleb y a Libia.
El naciente entendimiento entre el gobierno del Este de Libia y Siria busca sofocar las ambiciones turcas en Libia y Siria y abortar los planes del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, “para hacer de Libia el nuevo bastión del terrorismo internacional”.
Además, las dos partes han firmado un memorando de entendimiento que prevé la cooperación en el terreno de la seguridad, en particular en lo que respecta al intercambio de información sobre terroristas y grupos terroristas que operan en los dos países. Turquía ha enviado cientos de terroristas desde Siria a Libia, unos 2.400, según cifras no oficiales.
Pero eso no es todo: en una conferencia de prensa ofrecida el miércoles 4 de marzo al diario sirio Al Watan, el viceprimer ministro libio, Abdel Rahman Al Ahirish, habló sobre el petróleo y su exportación desde Libia a Siria: “Hemos mantenido conversaciones con el presidente sirio Bashar Assad, el primer ministro Imad Jamis y el ministro de Asuntos Exteriores Walid Muallim. Los debates se centraron en los intercambios económicos entre los dos países, en particular en el campo de los productos derivados del petróleo”. Esto supondría que Siria contaría con otra fuente fiable de petróleo, además de Irán e Iraq.
Turquía firmó un protocolo de demarcación marítima con el gobierno de unidad nacional (GUN) que, según Erdogan, permitirá a Turquía explorar el gas natural en la costa mediterránea de Libia, un proyecto que ha sido objeto de vivas disputas con Chipre y Grecia y al que se opone el gobierno libio de Tobruk.
Sin embargo, un acuerdo Siria / Tobruk, que también tendría el apoyo de Rusia, constituye una muy buena contraofensiva contra Turquía. Y esto se añade a otra de las grandes victorias militares de la Resistencia en 2019, que fue la apertura de la carretera estratégica Irán-Iraq-Siria-Mediterráneo, que debería permitir el tránsito del petróleo iraní e iraquí hacia el Mediterráneo Oriental.
En Siria, Ankara está poniendo todo su peso detrás de los terroristas que operan en Idleb, no solo para preservar esta provincia para los terroristas sino, sobre todo, para transformarla en un territorio dependiente de Turquía dentro de los planes expansionistas neo-otomanos del régimen de Erdogan. Lo mismo sucede en Libia. Assad y Haftar tienen, pues, todas las razones del mundo para aliarse y frustrar estos planes.
Source: Press TV