Las inversiones de China en proyectos de infraestructuras en Irán continuarán a pesar de las intensas sanciones de EEUU y mientras ambos países luchan contra el nuevo coronavirus, dicen los analistas.
China es el mayor cliente de petróleo crudo de Irán y un importante socio comercial. Considera que Irán es un destino clave en la Iniciativa de la Franja y la Ruta o “la Nueva Ruta de la Seda”, un proyecto de billones de dólares de China que involucra grandes proyectos de infraestructura que conectan Asia con Europa y más allá.
“Es poco probable que la epidemia de coronavirus detenga los proyectos de infraestructura a largo plazo de China en la República Islámica”, dijo el martes la Voz de América (VOA), citando a analistas.
Durante años, China ha estado invirtiendo en los sectores de energía y transporte de Irán. Algunos de los proyectos en curso incluyen el rediseño de un reactor nuclear de agua pesada en Arak por parte de China y la participación en la construcción de una línea de tren de alta velocidad que unirá Teherán con Qom e Isfahan, y que se completará el próximo año.
El proyecto de transporte más grande de China en Irán tiene un valor de 1.500 millones y busca electrificar la línea ferroviaria de Teherán a Mashhad, con una longitud de 926 kilómetros.
China también planea construir un parque petroquímico en el puerto de Chabahar, en el sur de Irán.
Sin embargo, algunos de los proyectos se han congelado. El año pasado, China National Petroleum Corp (CNPC) abandonó la fase de desarrollo 11 del campo de gas gigante Pars del Sur. El ministro de Petróleo de Irán, Bijan Zangeneh, también dijo en febrero que Sinopec no continuaba trabajando en el campo petrolero gigante de Yadavaran, mientras que otras empresas chinas que enfrentan la presión estadounidense se retiraron del proyecto de la autopista Teherán-Shomal que conecta la capital iraní con la provincia norteña de Mazandaran.
No obstante, otras compañías chinas, algunas incluso recién creadas o con pocos vínculos con EEUU, pueden reemplazar a las que detienen sus actividades en Irán, como ha sucedido también recientemente con la compañía rusa Rosneft en Venezuela, que ha traspasado sus inversiones petrolíferas en ese país a una compañía estatal rusa.
El significado geolítico de Irán
Muchos observadores creen que la administración Trump ve el brote de coronavirus como una oportunidad en línea con su campaña de “máxima presión”, que busca sacar a países como China de Irán. Sin embargo, los expertos señalan que la reducción de expertos y hombres de negocios chinos en Irán por el coronavirus es temporal y que las compañías chinas regresarán al país.
“En lo que se refiere a la pandemia de virus en Irán, China probablemente quiera simplemente poner las cosas en espera, en lo que se refiere a terminar algunos de los proyectos restantes que comenzó, porque quiere quedarse en Irán”, dijo Alex Vatanka, un analista de Irán del Instituto de Oriente Medio en Washington, a la VOA.
“Irán es potencialmente un mercado lucrativo para China, que quiere mantener su dominio en ese mercado y alejar a sus competidores. ¿Por qué dejaría que los alemanes o cualquieras otros entraran y se lo llevaran?”, dijo Vatanka.
“China tampoco quiere ver caer a la República Islámica debido a la presión estadounidense, un resultado que los chinos interpretarían como una fuerte derrota geopolítica neta para ellos mismos”.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)