El líder y político militar israelí Moshe Dayan se jactó en una ocasión de que la banda musical del ejército israelí podría invadir y ocupar el Líbano. Si Dayan, que murió en 1981, hubiera sido testigo del poder de la resistencia de Hezbolá no habría hecho esta observación, que irónicamente se convirtió en una razón para burlarse del ejército israelí.
Hezbolá, que ha sido visto por error por el enemigo israelí y Occidente como un mero grupo armado, es un partido islámico que se adhiere a las enseñanzas y valores del Islam al diseñar sus estrategias y planes.
El sacrificar la vida de uno por Dios, la nación y las personas oprimidas en caso de guerra es alabado en el Islam como martirio. Hezbolá sacrificó a 1.281 mártires en su lucha para liberar al sur libanés y al oeste de Bekaa de la ocupación israelí.
La confrontación militar con el enemigo sionista impuso a la resistencia de Hezbolá ciertas estrategias militares para lograr la retirada de los israelíes del país. En este contexto, Hezbolá llevó a cabo 12 operaciones de martirio contra los convoyes y puestos de ocupación israelíes, infligiéndoles pérdidas que cambiaron el juego y acabaron por empujar a los israelíes a la salida.
El 11 de octubre de 1982, el mártir Ahmad Kassir llevó a cabo la primera operación de martirio con bomba. Él detonó su automóvil cargado de explosivos en el cuartel general del mando militar israelí en Tiro, en el sur de Líbano, matando a 76 soldados y oficiales israelíes e hiriendo a otros 118.
El enemigo sionista lo describió como un gran golpe, anunciando un duelo público.
El 14 de abril de 1984, el mártir Ali Safieddin detonó su automóvil armado con 150 kilogramos de explosivos TNT cuando un convoy militar israelí cruzaba la aldea de Deir Qanun Al Nahr, matando a 12 soldados israelíes e hiriendo a otros 14.
El corresponsal militar israelí Alon Ben David predijo en ese momento que el ejército enemigo abandonaría el Líbano en condiciones que diferirían de las que caracterizaron la invasión. “Es el ejército de la desgracia”, afirmó.
El 10 de marzo de 1985, el mártir Amir Kalakesh condujo su camioneta con 900 kilogramos de explosivos cerca del asentamiento de Al Motellah y lo detonó cuando un convoy militar sionista pasaba, convirtiéndolo en ruinas y dejando un balance de 12 soldados muertos y otros 14 heridos. (según cifras del enemigo).
El 19 de agosto de 1988, el mártir Haitham Dbuk ataco un convoy militar israelí en la carretera de Tal Al Nahas, en Marjayun, alcanzando a 30 soldados de ocupación.
El primer ministro sionista Isaac Rabin dijo entonces que “Israel” se estaba enfrentando una situación difícil frente a los combatientes de Hezbolá, que estaban empleando sus cuerpos como bombas.
El 19 de octubre de 1988, el mártir Abdulá Atwi embistió su automóvil cargado de explosivos contra dos convoyes militares sionistas, convirtiendo los dos en una bola de fuego.
El jefe de gabinete israelí Dan Shomron describió la operación como el golpe más poderoso contra las fuerzas de ocupación en el sur del Líbano.
El 29 de agosto de 1989, el mártir Asaad Berro estrelló su automóvil contra un convoy militar sionista en la aldea de Al Qulaya, matando o hiriendo a 25 soldados israelíes.
El 20 de agosto de 1992, el mártir Ibrahim Daher se inmoló cuando un grupo de 22 soldados israelíes se le acercó después de que fingiera estar muerto tras agotarse sus municiones durante un intercambio de disparos en el área de Al Yurmuk. La mayoría de los miembros del grupo de soldados israelíes resultaron muertos o heridos por la explosión.
El 18 de agosto de 1994, el mártir Abbas Al Wezwaz llevó a cabo un ataque de martirio contra las fuerzas de ocupación israelíes en la ciudad de Naqura, infligiéndoles grandes pérdidas materiales y psicológicas. El ataque se produjo después de que los combatientes de la Resistencia Islámica emboscaran a las fuerzas de ocupación sionistas en el área.
El 25 de abril de 1995, el mártir Salah Ghandur embistió su automóvil contra un convoy militar sionista cerca del puesto de la ocupación en la ciudad de Bint Jbeil, infligiéndole grandes pérdidas humanas y materiales. La explosión también alcanzó a otro convoy que salía del puesto israelí.
El 20 de marzo de 1996, el mártir Ali Ashmar superó todas las medidas de seguridad y fortificaciones de seguridad israelíes y llegó a la aldea de Adaisseh donde se inmoló al acercarse a un convoy de mando sionista, infligiéndole grandes pérdidas.
El 10 de junio de 1996, el mártir Bilal Al Akhras llevó a cabo un ataque de martirio contra las fuerzas de ocupación israelíes en el área de Dabsheh Khardale, causando grandes pérdidas materiales. El ataque se produjo después de que los combatientes de la Resistencia Islámica emboscaran a las fuerzas de ocupación sionistas en la misma área, matando o hiriendo a varios soldados enemigos.
El primer ministro sionista de entonces Isaac Shamir comentó la operación diciendo que no imaginaba que sería testigo del día en que “Israel” y su ejército escaparían de un partido árabe.
El 30 de diciembre de 1999, el mártir Ammar Hammud estrelló su automóvil contra un convoy militar sionista en Al Qulaya, Marjayun, matando o hiriendo a 25 soldados israelíes, incluido un oficial de alto rango. Vale la pena señalar que la operación contribuyó a acelerar la retirada israelí que se produjo alrededor de seis meses después.
Las operaciones de martirio detalladas anteriormente, que reflejan los valores sublimes del sacrificio y el altruismo, han calado profundamente en el subconsciente colectivo israelí, cambiando todas las falsas alegaciones sionistas de poseer un poder militar invencible.
Hezbolá recurrió a esta opción para asestar golpes dolorosos a la ocupación israelí, que ha demostrado que responde solo al lenguaje de la fuerza, obligar a los sionistas a pagar un precio insoportable por su ocupación y empujar al mando sionista a tomar la decisión de llevar a cabo una retirada completa, cosa que hizo el 25 de mayo de 2020.
Source: Al Manar