El periodista británico Robert Fisk ha señalado en un artículo publicado en el periódico The Independent que el apoyo del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan a las organizaciones terroristas en Siria es una de las principales razones detrás de los ataques terroristas en Turquía.
En un artículo publicado en el periódico británico, Fisk señaló: “¿No fue Ankara la que contribuyó a alimentar la guerra en Siria al permitir el flujo de armas, combatientes y dinero a través de la frontera para los terroristas del EI y los terroristas del Frente al Nusra (o Al Qaida, los asesinos del 11-S y los héroes del Este de Alepo) así como para otros grupos armados, considerados como “moderados”, respaldados por EEUU y el Reino Unido y que pueden matar sin aparentemente ser “yihadistas extremistas”? ¿No ha vuelto Turquía a la guerra contra sus propios kurdos y los kurdos sirios también? ¿No ha sido el Ejército turco, el mayor de la OTAN, un poco desleal recientemente?
Fisk señala que “extrañamente para un nostálgico del Imperio Otomano -como podemos deducir de su nuevo palacio dorado en Estambul- Erdogan se ha vuelto anti-Otomano en su política exterior ignorando virtualmente a los árabes a los que cortejó antes de las revoluciones de 2011 en favor de mayores potencias.
Ahora, Erdogan, despreciado por europeos y norteamericanos, trata de rehacer sus alianzas. Él ha pasado de derribar un avión ruso a cortejar al presidente Vladimir Putin, de alabar a Assad a odiarle y aparentemente a volver a aceptarle, de flirtear con Europa a lanzar duras críticas contra la UE etc. Como resultado, nadie quiere acercarse demasiado a Erdogan y Turquía está sola.
Erdogan bombardea a los kurdos mientras afirma bombardear al EI, exige que ninguna potencia se interfiera en los “asuntos internos” de Turquía mientras envía a tropas turcas a Siria e Iraq (donde la injerencia turca en los alrededores de Mosul ha irritado al gobierno de Bagdad) y está recorriendo ahora por un camino muy peligroso.
Y sobre el trasfondo de la crisis de la política exterior y del creciente terrorismo en casa, el Ejército turco sigue sufriendo las purgas. Al menos 7.000 militares -incluyendo 164 generales- han sido arrestados desde octubre. Todo ello para intentar evitar un golpe más extenso y serio que el de Julio pasado. La cuestión es si esto dará resultado para Erdogan.
Source: The Independent