Las fuerzas militares de ocupación israelíes se movilizaron en el norte de la entidad sionista el martes por la noche después de confirmar que se estaba produciendo un “incidente de seguridad” cerca del llamado kibbutz de Manara, justo en la frontera con el Líbano.
El corresponsal de Al Manar dijo que los militares de ocupación dispararon bengalas repetidamente en la zona fronteriza con el Líbano. También dijo que los militares israelíes dispararon bombas de fósforo contra los territorios libaneses en el área entre las ciudades de Hula y Mais Al Yabal.
El portavoz del ejército israelí confirmó que se produjo un incidente de seguridad y ordenó a los colonos israelíes permanecer en sus hogares.
Los medios israelíes informaron que el ejército disparó bengalas, e Ynet dijo que era posible un intento de infiltración desde el Líbano.
El Canal 13 informó, mientras tanto, que el incidente tuvo lugar “mientras el primer ministro Benyamin Netanyahu estaba de vacaciones en el norte”.
La entidad sionista ha estado en alerta durante varias semanas desde que una incursión israelí en Damasco, Siria, mató al combatiente de Hezbolá Ali Mohsen el 20 de julio.
Hezbolá dijo en ese momento que una respuesta al ataque mortal era “inevitable”.
La entidad sionista ha estado desplegando refuerzos de tropas junto con sistemas de inteligencia avanzada y sistemas de fuego de precisión en sus fronteras del norte y prohíbe que los vehículos militares conduzcan en las carreteras adyacentes a las fronteras.
Una semana después, los militares de ocupación afirmaron que un grupo de Hezbolá se infiltró en los territorios ocupados y se enfrentó con el ejército israelí. Hezbolá negó que hubiera tenido lugar un enfrentamiento con las fuerzas sionistas en ese momento, y prometió que la respuesta al ataque mortal era “inevitable”.
En su discurso en el decimocuarto aniversario de la Victoria Divina en 2006, el Secretario General Sayyed Hasan Nasralá reiteró que se tomarán represalias por el asesinato del combatiente.
Source: Al Manar