Los BRICS siguen asustando a EEUU. Al tener que hacer frente a las repercusiones de la aparición de nuevas potencias económicas (China, Rusia, India, Brasil, Sudáfrica), Washington trata ahora de impulsar el proyecto llamado Acuerdo sobre Comercio de Servicios o TISA, un conjunto de acuerdos cuya finalidad es privatizar los servicios públicos y desregular aún más el sector financiero. Y todo ello excluyendo a los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- de las negociaciones.
En 2015, WikiLeaks publicó 17 artículos del TISA, que se se está negociando entre EEUU, la Unión Europea y en otros 23 países, entre ellos Turquía, México, Canadá, Australia, Pakistán, Taiwán e Israel. Estos “servicios” ahora representan casi el 80% del sistema económico de EEUU y la UE. En otros países, como Pakistán, representan el 53% de la economía.
Pero el TISA es no sólo un acuerdo contra los BRICS. Varias cláusulas específicas buscan atar las manos de los futuros gobiernos “amigos de EEUU” y obligarlos a poner en práctica reformas en respuesta a un entorno cambiante. Por consiguiente, estos acuerdos contienen proyectos y anexos sobre asuntos tales como el tráfico aéreo y marítimo, servicios profesionales, el comercio electrónico, servicios de entrega, la transparencia, la reglamentación nacional, así como varios documentos sobre las posiciones de las partes negociadoras.
Global Research publicó un estudio reciente sobre este acuerdo y señala que, fiel a los intereses económicos de EEUU, el TISA -al igual que sucedía con el TTP (Tratado Trans-Pacífico), cuya derogación Donald Trump ha anunciado, y TAFTA (Tratado Transatlántico)- se basa en el sector de servicios en lugar de centrarse en el comercio de mercancías. Según el estudio, estos acuerdos otorgan amplios poderes a las grandes multinacionales y esclavizan más los estados, que renuncian así a sectores enteros de su soberanía económica.
Estos tres tratados equivales a varias “revoluciones de colores” en la medida en que, si son firmados, serán capaces de cambiar gobiernos.
De momento, Alemania y Francia han dicho “No” a EEUU en especial en lo que se refiere al TAFTA. Los expertos evocan una larga guerra comercial de EEUU contra los BRICS, y también contra algunos de sus socios europeos, a través de esos tratados. EEUU busca, a por medio de los mismos, tomar el control de casi todos los mercados del mundo y aislar a los estados recalcitrantes.
Source: Agencias