En la noche del jueves 3 de diciembre un israelí de 45 años, Fahmi Hinawi, un alto cargo del Mossad, fue liquidado mientras conducía en su automóvil al sureste de Tel Aviv. Según los informes, 15 balas fueron disparadas por atacantes que luego se evaporaron sin dejar ningún rastro.
Durante 48 horas, ningún medio israelí se atrevió a hablar de ello por temor a que los colonos sionistas, aterrorizados ya están ante la idea de tener que pagar el precio de la sangre del científico iraní, comenzaran a establecer vínculos entre esta liquidación y otros dos casos de similares producidos en los últimos días en la entidad sionista, y a pensar que la Resistencia está mucho más cerca de ellos de lo que sugieren los informes oficiales israelíes.
El viernes por la noche, las cosas se empezaron a descontrolar y las redes sociales difundieron las imágenes de un tiroteo que tenía todo para parecer “una represalia”: los atacantes se habrían acercado al vehículo del oficial del Mossad, Fahmi Hinawi mientras estaba detenido en un semáforo en rojo, descargaron sobre él varias ráfagas de metralleta y luego se marcharon. Los medios intentaron presentar el incidente como una riña familiar, pero la presencia de las fuerzas del Mossad y los servicios de seguridad incluso antes de que la policía llegara al lugar no dejó lugar a dudas: El director del Mossad, Yossi Cohen, perdió a uno de sus colaboradores.
La gran pregunta es: ¿tiene la liquidación de Hinavi alguna conexión con el asesinato de Fakhrizadeh? Posible pero teniendo en cuenta que Hinawi fue liquidado en medio de la calle, por “varios asaltantes” que “lo hicieron con mayor facilidad” hay algo sospechoso en ello.
Desde el asesinato del científico iraní de alto nivel, hay informes de un terremoto real dentro del aparato de inteligencia y las fuerzas armadas israelíes, que acusan a la pareja Netanyahu-Cohen de haber actuado contra Irán sin advertirles. Incluso se dice que el ministro de la Guerra Benny Gantz, cuyo jefe de Estado Mayor repite a quien quiera escucharlo que “Israel” está preparado para todos los escenarios bélicos contra Irán, se niega a asumir “militarmente” las consecuencias del “acto de Netanyahu”, ya que Israel se vería “arruinado” con el “primer misil de Irán” o sus “representantes”.
Aunque se jactó de haber designado el nombre de Fakhrizadeh ya en 2018 como blanco y de que finalmente logró conseguir matarlo, Netanyahu apareció en la pantalla del American Hudson Institute el viernes para acusar a Irán de señalar a Israel en relación a cualquier suceso que ocurra allí. Visiblemente avergonzado por haber sido interrogado sobre el asesinato del 27 de noviembre, dijo: “Los iraníes nos culpan de todo: lo verdadero o lo falso”.
Algunos hablan sobre un autogolpe para dar a Irán la oportunidad de presentar la muerte de Hinawii como una represalia. Sin embargo, una respuesta iraní iría mucho más allá de Hinawi. El jueves, se lanzó una alerta general en el reactor nuclear de Dimona en el Neguev. El régimen de Tel Aviv ha advertido a sus “antiguos y nuevos empleados” contra “el peligro” que ahora les espera en la esquina de cada calle, cada callejón o incluso cuando estén en casa … Así, la respuesta prometida por Irán paradójicamente viene a unirse a la de Hezbolá por la muerte de su combatiente Kamel Mohsen para ampliar el “círculo de angustia” de los militares, investigadores y académicos israelíes. Irán ha prometido que su respuesta será “dolorosa y precisa”.
Source: Press TV