El viceministro israelí de Salud, Yoav Kish, confirmó este miércoles el diagnóstico de 2.862 nuevos casos de Covid-19 y adelantó que el gobierno podría reforzar las restricciones para frenar la pandemia.
Ya no podemos evitar imponer restricciones adicionales, subrayó Kish tras revelar las cifras más actualizadas de esa enfermedad.
Estamos viendo un claro aumento de la mortalidad y una tendencia al alza en los contagios, alertó el experto citado por Noticias de Israel.
Según las estadísticas oficiales, unos 3.022 israelíes fallecieron a causa de la grave enfermedad desde el comienzos del brote a la fecha, cuando el gobierno ha endurecido y relajado las disposiciones preventivas, que comenzaron con cierres de colegios, aeropuertos y cuarentenas masivas.
De marzo a la actualidad ¨Israel¨ detectó más de 356.000 contaminaciones por el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
La pandemia golpeó también las altas esferas gubernamentales, pues el primer ministro -Benjamin Netanyahu- permanece en cuarentena por tercera ocasión tras haber estado en contacto con un parlamentario contagiado.
Aunque las pruebas iniciales descartan la infección, el político de 70 años estará aislado durante al menos cinco días, reseñó The Jerusalem Post.
Netanyahu tuvo un encuentro con Michael Kleiner, de su mismo partido político (Likud), quien resultó infectado, explicó el sitio web.
De acuerdo con los anuncios, el ministerio de Salud comenzará a vacunar la venidera semana, aunque las encuestas muestran que entre el 50 y el 75 por ciento de la población rechazará ese preparado profiláctico.
Dicen que se negarán a recibirla, por temor a que la prisa para realizar la inoculación pueda haber comprometido su seguridad, amplió la publicación.
Los israelíes han culpado a Netanyahu de lo que consideran mal manejo de la crisis sanitaria y la debacle económica asociada.
En multitudinarias marchas han pedido la dimisión del gobernante, quien desde enero deberá comparecer ante los tribunales por imputaciones de corrupción.
Source: PL