El presidente de Túnez, Kais Saied, escapó de un intento de envenenamiento que podría haber acabado con su vida.
Según la agencia de noticias oficial tunecina TAP, él fue blanco de una carta “que contenía una sustancia cuestionable” que llegó al palacio presidencial en Cartago el miércoles 27 de enero.
Según varias fuentes tunecinas, la sustancia que estaba en el paquete postal enviado a la Presidencia tunecina es la ricina, que es un veneno altamente tóxico, económico y fácil de preparar. Si se inhala, la ricina es mucho más tóxica que la inyectada o ingerida, y unos pocos miligramos son suficientes para causar la muerte.
Este intento de envenenamiento se produce en un contexto muy complejo en Túnez, que lleva varias semanas sumido en una profunda crisis política, salpicada de manifestaciones de protesta contra la persistente crisis económica y la corrupción y que son duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Desde el 15 de julio de 2020, fecha de la dimisión de Elyes Fakhfakh, el jefe del gobierno tunecino, la clase política no pudo ponerse de acuerdo sobre la formación del 14º gobierno desde 2011, fecha de la revolución tunecina.
El día del envenenamiento, los diputados acababan de votar la confianza en los once nuevos ministros, validando un reorganización del gobierno, cinco meses después de su nombramiento.
El presidente Kais Saied al mismo tiempo criticó al nuevo ejecutivo, diciendo que no fue consultado sobre el nombramiento de nuevos ministros.
El 25 de enero, en una reunión del Consejo de Seguridad que presidió, el presidente tunecino declaró abiertamente que “le gustaría informar al pueblo tunecino de que todas mis iniciativas de reforma han sido en vano, socavadas por el sistema”. ¡Pero hasta mi último aliento protegeré la revolución!”
Pero para el secretario general del Movimiento Popular, Zouheir al Maghzaoui, las posibilidades del autor de este intento están abiertas especialmente por parte de “Israel” debido a las posiciones del presidente hostiles a la normalización de las relaciones con el régimen israelí y el plan estadounidense para el compromiso de los países árabes con él.
“Los protagonistas europeos y de los países del Golfo se están interfiriendo en los asuntos internos de Túnez y algunos partidos tunecinos cuentan con el apoyo de extranjeros”, dijo.
“El experimento democrático tunecino está dirigido desde adentro y desde afuera”, advirtió Al Maghzaoui.
Source: Agencias