Sentinel, una compañía de imágenes satelitales, ha publicado las últimas fotos del barco israelí Helios Ray, atacado el 25 de febrero cuando estaba a punto de cruzar el Estrecho de Ormuz, demasiado confiado en haber logrado ocultar tanto su naturaleza como su pertenencia y su misión.
Las misteriosas explosiones que dejaron dos agujeros de 1,5 metros de diámetro en el buque espía de “Israel”, disfrazado de carguero y oculto bajo la bandera británica, se produjeron frente a la costa de Omán, cuando el buque había salido de Damma, en Arabia, y se dirigía, según él, rumbo a Singapur.
Ahora, los israelíes no pueden hablar de una sola explosión ya que las fotos muestran varias. En la noche del incidente, el buque visiblemente abarrotado de dispositivos de escucha y espionaje, incluso buscó, una vez ocurridas las explosiones, escapar de las aguas del Mar Arábigo e ir al Océano Índico para ser ayudado por la flota estadounidense, pero el “ataque” fue tan fuerte que los 28 miembros de la tripulación, incluidos los oficiales de inteligencia israelíes, optaron por dirigirse al puerto emiratí de Fuyairah.
Es cierto que el puerto emiratí podría haber sido su destino original, ya que una de las misiones del Helios Ray consistía en entregar equipo de espionaje a los Emiratos. Sin embargo, la advertencia parece haberse entendido bien en Tel Aviv: silencio de radio sobre el asunto. Nadie se atribuyó la responsabilidad de las explosiones, pero este no es el problema real. Lo interesante es saber cómo un gigante de 36 metros de altura, atiborrado de radares y sensores y beneficiándose del apoyo satelital se detuvo repentinamente, lo que demuestra, como dice Haaretz, que “los autores podrían haber hecho más y haberlo hundido”.
Una delegación de expertos israelíes llegó este domingo a Dubai después de que los miembros de la tripulación hubieran lanzado un SOS en la noche del incidente pidiendo un atraque urgente y reparaciones rápidas. Algunas fuentes sugieren que el barco logístico israelí es en sí mismo una “base de espionaje flotante” y que las explosiones se han dirigido a partes esenciales para la misión de recopilar información y espionaje con una “precisión inaudita”.
Este domingo, la prensa sionista ya no habló de una mina marina sino de “misiles de crucero”, mientras sigue estableciendo frenéticamente vínculos entre estas explosiones y el asesinato del científico iraní el 27 de noviembre por el Mossad, jurando que esta es la “respuesta iraní a este asesinato”, sobre todo porque el propietario israelí del barco está relacionado con el jefe del Mossad, Yossi Cohen.
Aún así, el ataque del 25 de febrero en el Mar Arábigo está un poco más allá de la comprensión, y los expertos israelíes aún no comprenden cómo los atacantes golpearon el barco desde ambos lados, dejando dos cráteres de 1,5 metros de diámetro, justo por encima de la línea de flotación. Sin duda, es por temor a cometer una imprudencia y dar al bando contrario e involuntariamente “información” que “Israel” hasta ahora había evitado hacer públicas las fotos del exterior del barco allí donde los puntos de impacto son visibles.
Yossi Cohen sí que tiene dificultades para entender cómo los “atacantes” se infiltraron tan soberbiamente en su aparato de inteligencia para identificar el barco, su cargamento, su ruta y sobre todo para coordinarlo todo para que justo antes de que se dirigiera a su misión (el espionaje) fuera parado en seco. Y luego esta pregunta particularmente peligrosa: ¿los barcos y cargueros israelíes ahora correran el mismo destino en el Golfo Pérsico, el Mar Arábigo, el Mar Rojo o el Océano Índico? Cohen realmente no conoce la respuesta.
Todo lo que sabe es que “Israel” ha optado por renunciar a participar en la exposición militar de los Emiratos Árabes Unidos. Un canal de televisión israelí acaba de hacer una revelación interesante: “La principal razón de la negativa de Tel Aviv a participar en la exhibición militar de Abu Dhabi no es la Covid-19, sino el miedo a ser blanco de Irán. Mientras que los funcionarios y militares del régimen sionista anunciaron recientemente la cancelación de la participación del régimen en la exhibición militar de Abu Dhabi a causa de las restricciones vinculadas al Covid-19, el motivo de esta decisión sería bastante diferente.
Source: Press TV