China ha sancionado a entidades e individuos estadounidenses, incluido el ex secretario de Comercio Wilbur Ross, con sanciones de represalia tras las recientes sanciones estadounidenses contra funcionarios chinos en Hong Kong.
La medida punitiva de Pekín contra Washington el viernes se produjo justo antes de una visita planificada a China por la subsecretaria de Estado de EEUU, Wendy Sherman, en medio de la intensificación de las tensiones entre los principales gigantes económicos del mundo.
Al explicar el movimiento de ojo por ojo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo: “La parte estadounidense difamó sin fundamento el entorno comercial de Hong Kong y sancionó ilegalmente a los funcionarios chinos en Hong Kong”.
“Estas acciones violaron gravemente el derecho internacional y los principios básicos de las relaciones internacionales, e interfirieron seriamente en los asuntos internos de China”, agregó el ministerio en un comunicado el viernes.
El ministerio declaró además que, además de Ross, Pekín sancionaría a la presidenta de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de EEUU-China, Carolyn Bartholomew, al ex director de personal de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, Jonathan Stivers, a Do Yun Kim, del Instituto Nacional Demócrata, al director asociado del Instituto Republicano Internacional, Adam King, la directora de Human Rights Watch China, Sophie Richardson, y el Hong Kong Democracy Council.
“Los asuntos de Hong Kong son puramente asuntos internos de China. Cualquier intento de fuerzas externas de interferir en los asuntos de Hong Kong es inaceptable”, enfatizó el comunicado.
En reacción a la medida de represalia de Pekín, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, insistió durante su conferencia de prensa habitual el viernes que Washington no se dejaría intimidar por las sanciones chinas, que se produjeron después de que Washington emitiera la semana pasada su aviso comercial para Hong Kong e impusiera sanciones a más funcionarios chinos por lo que afirmó ser la represión de Pekín contra la democracia en la ex colonia británica.
“Estas acciones son los últimos ejemplos de cómo Pekín castiga a ciudadanos privados, empresas y organizaciones de la sociedad civil como una forma de enviar señales políticas”, afirmó Psaki, señalando que reflejan los peligros sobre los que había advertido Washington.
Los observadores, sin embargo, insisten en que tales instituciones con sede en EEUU han servido comúnmente para promover y propagar las iniciativas de política anti-China de Washington.
Source: Agencias