Los talibanes no confían en Ankara para proteger el Aeropuerto Internacional de Kabul.
A pesar de la declaración del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que los talibanes habían transferido el derecho a proporcionar seguridad en el Aeropuerto Internacional de Kabul al ejército turco, ahora es oficial que el movimiento talibán se ha negado a delegar en Ankara el derecho a controlar el Aeropuerto y garantizar su seguridad. Como se desprende de la declaración de los talibanes, tal posibilidad les parece inconcebible hasta el punto de que el ejército turco solo tuvo tres días para abandonar el territorio afgano.
La declaración de los líderes talibanes rechaza que cualquier país extranjero se encargue de la seguridad en el aeropuerto, incluida Turquía, que, además, no ha logrado establecerse como un posible socio.
Aparentemente, los propios talibanes controlarán la seguridad en el Aeropuerto Internacional de Kabul, mientras que los funcionarios afganos administrarán el aeropuerto, pero bajo la estrecha supervisión del movimiento talibán.
Hay que tener en cuenta que anteriormente los talibanes habían emitido un ultimátum sobre la necesidad de que las tropas extranjeras abandonaran el territorio afgano inmediatamente antes del 31 de agosto, amenazando también con consecuencias negativas muy graves, incluida la captura de los soldados que no hubieran tenido tiempo para ser evacuados.
El Ministerio de Defensa turco anunció el 25 de agosto que “los elementos de las fuerzas armadas turcas en misión en el Aeropuerto de Kabul han comenzado a ser evacuados. Las fuerzas armadas turcas retornan a nuestra patria”.
“Turquía continuará un diálogo cercano con todas las partes en Afganistán” y “contribuirá por todos los medios a la paz y prosperidad del pueblo afgano”, dijo Erdogan el 25 de agosto.
Con el fin de agradar a EEUU, con el que mantiene unas relaciones difíciles debido a varias disputas (F-35, compra de sistemas rusos S-400, actividades en el Mediterráneo Oriental, Libia y Nagorno-Karabaj, cuestión kurda, etc.), Turquía, un país predominantemente musulmán, había acordado garantizar la protección del aeropuerto de Kabul después de la salida de los últimos soldados estadounidenses de Afganistán. Claramente, el objetivo de Ankara era mantener el contingente de 500-600 efectivos que se había desplegado anteriormente en Kabul como parte de la misión Resolute Support dirigida por la OTAN.
El colapso de las fuerzas de seguridad afganas frente a los talibanes y la toma del poder por estos últimos obviamente han cambiado las reglas del juego. Cabe señalar que la llegada del movimiento talibán a Kabul fue bien vista por las autoridades turcas. “Damos la bienvenida a los mensajes enviados hasta ahora por los talibanes, tanto a los extranjeros como a las representaciones diplomáticas, pero también a su propio pueblo”, dijo Mevlut Cavusoglu, ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, el 17 de julio de agosto. Pero esto no ha bastado para que los talibanes aceptaran a las tropas turcas para proporcionar seguridad al Aeropuerto de Kabul.
Source: Press TV