Un ex asesor del ex presidente de EEUU, Barack Obama, dice que la reciente postura hostil de la administración estadounidense hacia Irán era “una fanfarronada”.
Philip Gordon, coordinador de la Casa Blanca para el Medio Oriente, el Norte de África y la región del Golfo Pérsico entre 2013 y 2015, escribió en un editorial publicado en The New York Times el jueves que la administración del Presidente Donald Trump encontrará “muy difícil” convertir sus palabras amenazadoras contra Irán en acciones.
Trump, que no tiene una experiencia política, se ha rodeado de asesores conocidos por sus posiciones belicosas hacia Irán, dijo Gordón.
Él se refirió específicamente a la reciente retórica del asesor de seguridad nacional de Trump, Michael T. Flynn, y dijo que se había “puesto a sí mismo y a EEUU ante un retiro vergonzoso o una confrontación arriesgada”.
Flynn, un teniente general retirado del Ejército estadounidense que fue despedido por Obama como director de la Agencia de Inteligencia de Defensa pero que ha sido aprovechado como asesor de seguridad nacional por Trump, dijo el miércoles que EEUU estaba poniendo a Irán “bajo aviso” por una prueba de un misil balístico. Irán había realizado anteriormente un ensayo exitoso del misil.
Gordon dijo que EEUU tenía una serie muy limitada de opciones para responder a las pruebas de misiles de Irán.
“Aunque los altos funcionarios de la Administración Trump han afirmado tener una “gran variedad” de opciones para elegir en la respuesta más eficaz a Irán, la realidad es que no las tienen”, escribió en su artículo del Times.
Gordon dijo además no se espera que “el gobierno de Trump obtenga mucho apoyo internacional” para cualquier nueva sanción contra Irán.
Gordon dijo que las pruebas no habían sido prohibidas en un acuerdo nuclear entre la República Islámica y otros seis países -incluyendo a EEUU- ni tampoco en la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que aprobó el acuerdo. Él implicó que los EEUU no podrían conseguir el apoyo de sus socios europeos con nuevas sanciones, en especial ahora que países como Francia y Alemania están suscribiendo nuevos acuerdos comerciales y económicos con Irán.
La resolución 2231 (2015) llama a Irán a abstenerse de cualquier actividad relativa a misiles “diseñados para ser capaces de llevar cabezas nucleares”.
Irán señala que no tiene cabezas nucleares, como todo el mundo sabe. De hecho, bajo el acuerdo nuclear, Irán ha puesto sus actividades nucleares bajo un monitoreo internacional sin precedentes, y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), la organización encargada de hacer el trabajo de monitoreo, ha verificado repetidamente el carácter pacífico del programa nuclear iraní.
“Los europeos se oponen a la prohibición de las pruebas de misiles de Irán”
Trump, que desde que asumió el cargo, ha estado ocupado deshaciendo casi todas las políticas importantes de la Administración Obama y también ha adoptado un enfoque beligerante hacia el acuerdo nuclear, que EEUU y los otros cinco países negociaron con Irán.
Gordon dijo que el gobierno de Obama intentó incluir una prohibición de las pruebas de misiles iraníes en el acuerdo nuclear cuando estaba bajo negociación pero fracasó.
“¿Por qué? Porque … no sólo Rusia y China, sino incluso nuestros aliados europeos en las negociaciones nucleares se negaron. Argumentaron que la prohibición de misiles balísticos fue puesta en marcha en 2010 sólo para presionar a Irán para que aceptara un acuerdo nuclear y se negaron a extenderla una vez que el acuerdo fue concluido”.
Gordon concluyó diciendo que si Trump quería respaldar las palabras de Flynn con acciones “necesita prepararse para hacer frente a las graves consecuencias”.
Él luego enumeró la “variedad de opciones de respuesta” que Irán tiene frente a una agresión militar estadounidense y llamó la atención sobre las consecuencias que tendría una escalada del aventurismo estadounidense.
Source: The New York Times