El 11 de marzo de 1957, nació Qassem Soleimani en la ciudad de Rabor, provincia de Kerman, en Irán. Descendía de una familia que solía trabajar en la agricultura.
El general Soleimani contribuyó eficazmente a las actividades de la Revolución Islámica antes de que saliera victoriosa en 1979. Más tarde, se unió al CGRI en 1980, cuando dirigió dos brigadas militares durante la guerra impuesta a Irán por el régimen de Saddam en Iraq.
En 1988, al CGRI se le encomendó la lucha contra el narcotráfico. Luego, el mártir Soleimani asumió el mando del CGRI en Kerman, en la frontera afgana, donde frenó el contrabando de drogas desde Afganistán a Turquía y Europa a través de Irán.
En 1998, el mártir Soleimani fue nombrado jefe de la Fuerza Al Quds del CGRI. Inmediatamente, llegó al Líbano, donde jugó un papel vital en el desarrollo de las capacidades militares de Hezbolá. En 2006, el mártir fue el enviado del Líder Supremo Imam Sayyed Ali Jamenei al Líbano durante la Guerra de Julio.
En este sentido, el general Soleimani tenía una sólida relación profesional y familiar con el comandante militar de Hezbolá, Hayy Imad Mugniyeh, antes del martirio de este último en Damasco el 12 de febrero de 2008.
El mártir Soleimani también se reunió con los comandantes de las facciones de la Resistencia palestina en Siria y expresó su disposición a apoyarlos a todos en la lucha contra la ocupación sionista. De hecho, su papel contribuyó notablemente al desarrollo de sus capacidades militares.
El general Soleimani, además, apoyó a la Resistencia iraquí contra la invasión y ocupación estadounidense, cooperando con el mártir Abu Mahdi Al Muhandis para establecer las Fuerzas de Movilización Popular (Hashid al Shaabi) para luchar y derrotar a los terroristas del Daesh.
El mártir, además, apoyó a la resistencia afgana contra el movimiento talibán, proporcionando a las fuerzas de Ahmad Shah Massud en 1999 la artillería necesaria para permanecer firmes en el valle de Panjshir.
El mártir Soleimani mantuvo además estrechas relaciones con el Movimiento Ansarulá de Yemen y lo ayudó a desarrollar las capacidades militares de sus combatientes.
El general Soleimani empleó todas sus capacidades militares y experiencia para liderar la lucha de los aliados de Siria contra los grupos terroristas, contribuyendo genuinamente a la victoria sobre el grupo Daesh en 2017.
Hayy Qassem Soleimani apoyó la revolución pacífica en Bahrein contra las autoridades dictatoriales, que tomaron medidas opresivas contra los ciudadanos.
El 10 de marzo de 2019, el Imam Jamenei otorgó al general Soleimani la Orden General de Zolfaqar, el más alto honor militar de Irán.
Horas antes de su martirio, el general Soleimani visitó el Líbano, donde se reunió con el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá durante largas horas y discutió con Su Eminencia varios temas antes de viajar a Bagdad.
El 3 de enero de 2020, un ataque con drones de EEUU asesinó a los dos mártires Soleimani y Abu Mahdi Al Muhandis, el subjefe del Hashid al Shaabi, al atacar su convoy cerca del Aeropuerto de Bagdad.
Millones de iraníes lloraron al mártir Soleimani en todo Irán. El mártir fue enterrado en su ciudad natal después de que el CGRI disparara 14 misiles balísticos contra la base militar estadounidense de Ain Al Asad en la provincia de Al Anbar de Iraq e hiriera a 109 soldados de ocupación.
Source: Al Manar