Todos recuerdan cómo la Arabia de los Salman dio un paso al frente a finales de 2021 contra el Líbano por unas frases de una amarga verdad que el ex ministro de Información, George Kordahi, se atrevió a pronunciar en voz alta contra el absurdo de la continuación de la guerra lanzada por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos contra Yemen.
El lunes 14 de febrero, el periódico libanés Al Liwaa reveló que los países árabes involucrados en la crisis yemení habían llamado en un mensaje al secretario general libanés de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, para que desempeñara el papel de mediador en el tema de Yemen para evitar que la resistencia yemení continue sus ataques de represalia contra ellos.
Al Liwaa, refiriéndose a una figura de alto rango de Hezbolá, señaló: “Un país árabe pidió directamente al secretario general de Hezbolá que interviniera para detener los ataques de Ansarulá contra países árabes (Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos). Por otro lado, prometió que la coalición liderada por Riad suspendería sus ataques contra Yemen.
Según el periódico, esta es la primera solicitud oficial y directa al líder de la Resistencia libanesa para que intervenga en la crisis yemení. Se había hecho una petición previa, pero en un contexto marcado por una campaña de ataques mediáticos sin precedentes contra la Resistencia libanesa, lo que motivó el “No” rotundo de Sayyed Nasralá, que estuvo justificado en que Hezbolá no está implicado en la crisis yemení, aunque apoya a la resistencia popular de Yemen.
Ni que decir tiene que la nueva petición “de un país árabe” preocupa mucho al régimen sionista, que afirma muy claramente tener miedo de Ansarulá y de un posible ataque de este al puerto de Eilat.
Source: Diversas