Moscú ha cumplido la tarea de controlar la estratégica ciudad de Mariupol, al tiempo que refuerza el sitio sobre las fuerzas ucranianas restantes y sus aliados en la planta de Avozstal de la ciudad. Este desarrollo tendrá un impacto significativo en el curso de las batallas en el sur de Donbás, ya que Rusia ha iniciado una nueva fase de operaciones allí para controlar toda la región así como el sur de Ucrania, uniendo a Crimea por tierra. También tendrá repercusiones en el curso de las negociaciones. Moscú reiteró que su destino depende de la respuesta de Kiev a las demandas rusas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a las fuerzas armadas rusas reforzar el cerco a las fuerzas ucranianas y a los mercenarios atrincherados en los edificios e instalaciones de la factoría minera de Azovstal, su último bastión en la ciudad. Putin, en un discurso durante su reunión con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, dio prioridad permanente a la preservación de la vida de los soldados y oficiales rusos, y en consecuencia emitió sus órdenes de no asaltar el complejo industrial, repleto de búnkers y túneles subterráneos de hierro y hormigón, mientras se estrecha el cordón y se cierra el área “para que ni una mosca pase dentro”.
Putin también renovó el llamamiento a los soldados y mercenarios ucranianos a deponer las armas, y la parte rusa garantizó la vida de los que se rindan, tratarlos adecuadamente de acuerdo con las leyes internacionales y brindar atención médica a los heridos. Por su parte, Shoigu, quien informó a Putin de la completa liberación de la ciudad de Mariupol, reveló que las milicias ultranacionalistas dejaron atrás armamento pesado, incluidos tanques, lanzacohetes y artillería pesada, con misiles guiados de alta precisión, además de sistemas de misiles Tochka que pueden llegar a las ciudades de Rusia. Aunque Moscú renovó su oferta a los combatientes y “mercenarios” ucranianos para que depusieran las armas y garantizaran su seguridad, la autoridad de Kiev les impidió negociar su rendición. También hubo información de que los combatientes del batallón neonazi Azov llevaron a cabo ejecuciones de campo de soldados ucranianos que querían deponer las armas.
Sobre el terreno, las fuerzas de la República Popular de Luhansk llegaron a las inmediaciones de las afueras de la ciudad de Jarkov, tras tomar el control de las principales vías de acceso y salida de Lugansk. Según el ministro del Interior de la República, Igor Kornet, el control de estas carreteras facilitará la entrega de ayuda humanitaria a las zonas liberadas, y asegurará la entrega de suministros logísticos que necesitan los frentes. Asimismo, las fuerzas ucranianas monitorearon el avance de las fuerzas rusas en las inmediaciones del eje de la ciudad de Chugoyeva, al sureste de Jarkov.
Dada la peculiaridad de la geografía de la región, los expertos militares no descartan que las fuerzas rusas realicen operaciones especiales para remover los obstáculos que representan las fortificaciones de las fuerzas ucranianas en Chugoyeva, y luego al sur, la ciudad de Zmyev, lo que les permitiría avanzar en el ataque previsto hacia el oeste para estrechar el cerco a Jarkov.
Según los indicadores, el control total de Jarkov y otras ciudades de la región se ha convertido en una realidad posible, según fuentes militares bien informadas. Las fuentes señalaron que la captura de Jarkov se ha convertido en una necesidad para proteger las fronteras occidentales de Rusia y para evitar que se ataquen pueblos y ciudades rusas adyacentes a las fronteras con morteros ucranianos, algo que fue recientemente repetido en la provincia fronteriza de Belgorod. En el frente del Donbás, las fuerzas rusas trabajan para controlar Gusarovka, un punto de importancia estratégica, para avanzar y controlar más zonas del norte de la región.
Políticamente, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, anunció que Rusia está esperando una respuesta de Ucrania a sus propuestas. “La declaración de Vladimir Zelensky de que no recibió ni vio el borrador del documento presentado por Rusia a la parte ucraniana genera dudas”, dijo Peskov a los periodistas. Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, subrayó que no hay futuro para las negociaciones con Ucrania si ésta no toma en cuenta las demandas de su país. En una conversación telefónica con el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, Lavrov responsabilizó a las brigadas nacionalistas de extrema derecha de la compleja situación humanitaria en las zonas de combate, ya que “utilizan a los civiles como escudos humanos e impiden que se retiren por los corredores humanitarios que el ejército ruso proporciona regularmente”.
Source: Al Akhbar