El ministro egipcio de Finanzas, Mohamed Mait, afirmó que el Gobierno soporta la mayor parte del impacto negativo de la denominada inflación importada del extranjero que afecta hoy a esta nación norteafricana.
“Estamos listos para asignar los fondos necesarios para satisfacer las demandas básicas de los ciudadanos, aseguró el alto funcionario”, citado por la prensa nacional.
Según la agencia de estadísticas egipcia, la inflación en junio se situó en torno al 13,2 por ciento, tres décimas menos que el mes anterior, lo cual significó su primera caída en siete meses.
No obstante, la entidad detalló que la inflación general anual se aceleró hasta el 14,7 por ciento en junio, frente al 5,3 por ciento en igual lapso del pasado año.
Mait destacó que la crisis económica mundial condujo a aumentos de precios y a tasas de inflación sin precedentes, además de causar perturbaciones a las cadenas de suministros.
La economía egipcia sigue intacta a pesar de los desafíos globales, agravados por el conflicto en Ucrania y la pandemia de la Covid-19, apuntó.
A mediados del pasado mes, el ministro reveló que ambas crisis causaron a esta nación pérdidas por valor de 440 mil millones de libras (23.500 millones de dólares).
Al intervenir en la Cámara de Representantes, aseguró que sin esos dos problemas el país hubiera ahorrado 7.500 millones de dólares.
Detalló que muchos sectores, en particular el turismo y la aviación civil, se vieron muy afectados.
El Gobierno hace todo lo posible para contener el impacto negativo de ambas crisis y asegurarse de que todos los productos alimenticios y combustibles estén disponibles en el mercado, subrayó entonces.
Con 103 millones de habitantes, Egipto es el principal importador de trigo en el mundo, y su mayor parte provenía de Ucrania y Rusia.
El conflicto bélico causó preocupación en este país norafricano, gran consumidor de pan y productos similares.
Sin embargo, el Gobierno aseguró en varias ocasiones que las reservas de ese cereal, las nuevas compras en el exterior y la actual temporada de recogida en los campos permitirán mantener el mercado nacional abastecido hasta finales de 2022.
Source: Prensa Latina