El conflicto marítimo entre el enemigo israelí y el Líbano se ha convertido en el tema principal de la agenda diaria del mando sionista después de haber sido olvidado hasta la operación con drones de Hezbolá en la plataforma de gas de Karish el 2 de julio de 2022.
Con esta preocupación, el primer ministro israelí, Yair Lapid, inspeccionó la plataforma desde un helicóptero en medio de discusiones de seguridad en curso en la entidad de ocupación para trasladar la plataforma a un área más segura que la zona fronteriza en disputa.
Los medios sionistas mencionaron que Lapid pretendía obligar a los países europeos a compartir con “Israel” la responsabilidad de enfrentar los ataques de Hezbolá.
El diario Maariv consideró que el gobierno israelí debe aceptar todas las condiciones del estado libanés para evitar los ataques de Hezbolá.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, advirtió al enemigo israelí y a EEUU que si se impide que el Líbano extraiga sus recursos marítimos, ninguno podrá extraer o vender gas y petróleo.
En un discurso televisado, Sayyed Nasralá indicó que las fuerzas militares de Hezbolá están monitoreando todas las plataformas sionistas en la costa de la Palestina ocupada, y agregó que la Resistencia puede recurrir a capacidades terrestres, marítimas o aéreas para atacar al enemigo y asegurar los derechos del Líbano.
Según Sayyed Nasralá, la nueva ecuación es “Karish, lo que está más allá de Karish y lo que está mucho más allá de Karish”.
Source: Al Manar