El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, dijo el martes 19 de julio que la resistencia en el Líbano está ante un “momento histórico para salvar el Líbano”.
“No habrá extracción de petróleo en toda la entidad israelí si el Líbano no puede ejercer su derecho”, recordó en referencia a la ecuación que estableció durante su último discurso el pasado 13 de julio.
Durante una reunión a puerta cerrada con los organizadores de las próximas celebraciones de Ashura, Sayyed Nasralá subrayó que la guerra no es inevitable: “No estamos seguros de si habrá guerra. Puede haber un ataque localizado y una respuesta que les convenga. Las cosas están vinculadas a la respuesta israelí y, por lo tanto, pueden degenerar en una guerra. Pero, por otro lado, los israelíes podrían ceder antes de ir a la guerra”.
Y el líder de Hezbolá agregó: “Podemos ir a la guerra o puede ser lo contrario. Nuestro deseo no es abrir un frente, sino obtener nuestros derechos. Estamos alzando nuestras voces para que los estadounidenses e israelíes cedan. Mientras tanto, continúa el proceso de colapso del Líbano. Si, para algunos, la solución es rendirse, no lo admitiremos. Y si el Líbano no ejerce presión hoy, no podrá aguantar más”.
“Hasta ahora, el mediador estadounidense a cargo de las negociaciones de demarcación de la frontera no ha dado una respuesta clara, aunque Líbano ha hecho grandes concesiones. Aún no se ha obtenido el mínimo que exige el Líbano”, dijo Sayyed Nasralá.
Y recalcó: “Esperamos no vernos obligados a abrir fuego y que el enemigo ceda. Estamos a la espera de los acontecimientos y estamos listos para cualquier cosa”.
“Desde 1982 han querido acabar con la resistencia porque representa una amenaza para “Israel”. La resistencia hoy no es solo una amenaza para “Israel”, sino para todo el proyecto estadounidense en la región. Por eso, “hemos sido víctimas de guerras y denigraciones en los últimos años, pero hemos perseverado”.
Tras la agresión de 2006, el enemigo descubrió que la opción de la guerra era una amenaza para ellos, por lo que emprendió un nuevo camino basado en las sanciones y el asedio para acabar con la opción de la resistencia…
Desde 2019 ha habido informaciones de que se organizaron reuniones para discutir cómo deshacerse de Hezbolá con la participación de clérigos, periodistas, expertos en guerra blanda. Nos han llegado muchos informes y los estamos estudiando… A unos periodistas les pagaron 700 dólares por artículo para acusar a Hezbolá de estar detrás de la explosión en el puerto de Beirut. Los estadounidenses y los saudíes han gastado 30.000 millones de dólares en los últimos años para distorsionar la imagen de Hezbolá y tratar de alejar a la gente de él… Diariamente, acusan a Hezbolá de cargos relacionados con la mafia y las drogas…
En 2019, ejercieron presión sobre la situación económica, con efectos en toda la sociedad libanesa. Así, les confiscaron las cuentas bancarias a las personas. Sin embargo, hemos conservado nuestro dinero y tenemos nuestro propio banco al-Qard al-Hassan… Querían hacernos daño, pero nuestro enemigo es estúpido y se pegó un tiro en los pies… Hemos alcanzado un nivel de desarrollo y capacidades que nos permite amenazar a la entidad sionista con la guerra y tener el coraje de hacerlo”.
El líder de Hezbolá afirmó que “el enemigo hoy se siente débil y no quiere la guerra, porque sabe que esta no será solo con Hezbolá, sino que puede involucrar a todo el eje (de la resistencia). Ir a la guerra, para “Israel”, es una opción muy arriesgada y costosa”.
Señaló que “podemos obtener nuestros derechos con o sin guerra, y los israelíes pueden someterse sin ningún acto de resistencia o pueden tomar represalias y luego las cosas pueden convertirse en una guerra. Pero se supone que debemos arriesgarnos y adoptar una postura firme”.
Sayyed Nasralá insistió en que su último discurso “condujo a confirmar las negociaciones y no a interrumpirlas. Hay signos positivos y todavía estamos esperando la respuesta del enemigo”.
El Líbano se enfrenta a una “oportunidad histórica, de oro, para salir de su crisis, y, si no la aprovechamos, es posible que no podamos extraer petróleo durante los próximos 100 años”, reiteró el número uno de Hezbolá.
Y agregó: “No estamos buscando una hazaña moral al impedir la extracción en el campo Karish. Pero, por otro lado, queremos extraer nuestro petróleo, por lo que no habrá extracción de petróleo o gas en toda la entidad si el Líbano no obtiene su derecho”.
Sayyed Nasralá señaló además: “Si hubiéramos hecho nuestras amenazas hace 7 meses, no habrían tenido el mismo efecto. De ahí la importancia de esta ecuación que entra en juego hoy a la luz de las necesidades de petróleo y gas de Europa. De lo contrario, los europeos se enfrentarán a un verdadero desastre”.
Recordó que “China, Irán y Rusia están listos para realizar proyectos en el Líbano, pero algunos en el Líbano temen las sanciones estadounidenses, aunque están de acuerdo con nosotros a escondidas”.
Sayyed Nasralá elogió también la lealtad de la gente. “Durante 40 años, nuestro pueblo ha aceptado todos los sacrificios. Estaban dispuestos a darlo todo, sus hijos, sus bienes. Tenían fe en la resistencia y la abrazaron. Después del año 2000, la participación de la gente creció, se hizo mayor en todos los ámbitos, en las ceremonias, en los distintos actos. La Resistencia había demostrado su utilidad, razón por la cual la gente se unió a ella”.
Según él, se pagaron enormes sumas de dinero para alejar a la gente de la resistencia.
“Pagaron a cadenas de televisión y ONG con el objetivo de hacer una gran revolución social para culpar a Hezbolá del colapso económico del país. Su objetivo era hacer que la gente se rindiera para que nosotros nos rindiéramos, reconociéramos a “Israel” y asentáramos a los sirios y palestinos en el Líbano y para que finalmente pudieran saquear nuestra riqueza. Su único obstáculo era la resistencia. Pero perdieron su apuesta por nuestra gente. Están angustiados”.
“La gente se enfrentaba a una prueba importante por todas las presiones a las que se enfrentaban. Y cuando se celebraron las elecciones legislativas, los estadounidenses quedaron decepcionados, ya que obtuvimos todos los diputados relativos a los chiíes. Querían infiltrarse entre nuestros diputados. El mensaje del pueblo les ha llegado. Les llegó el mensaje de (la canción) Salam ya Mahdi cuando quisieron socavar nuestra cultura… Cada vez que la escucho cantada en todos los idiomas se me saltan las lágrimas…”
Source: Diversas