El 24 de agosto, los medios ucranianos acusaron al ejército ruso de otro supuesto ataque contra civiles en Ucrania. Misiles rusos Iskander alcanzan un tren en la región de Dnepropetrovsk.
El ataque golpeó el tren en la estación de tren de Chaplino. El régimen de Kiev acusó a Rusia de atacar un tren con civiles. El mismo día, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski afirmó en su discurso en el Consejo de Seguridad de la ONU que al menos 15 personas murieron y unas 50 más resultaron heridas, y cuatro automóviles de pasajeros estaban en llamas.
Sin embargo, el 25 de agosto, el Ministerio de Defensa ruso reveló el objetivo del ataque en la sesión informativa diaria. Resultó que los misiles Iskander rusos alcanzaron un tren militar con equipo militar y reservistas en su camino hacia el frente de Donbás. Como resultado, murieron 200 militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania y se destruyeron 10 equipos militares.
Los medios ucranianos solo publicaron fotos de automóviles de pasajeros quemados, ocultando el factor militar. Sin embargo, los vídeos del lugar confirman que se trataba de un tren militar que transportaba equipo militar y militares. Inmediatamente se reveló otra mentira de Zelenski.
Entre los otros objetivos de los misiles rusos estuvo el aeródromo militar de Mirgorod en la región de Poltava, donde fueron destruidos cinco aviones militares. El puesto de mando de la agrupación ucraniana “Kajovka” fue destruido cerca de la ciudad de Novy Bug en la región de Mykolaiv. Como resultado del ataque, 64 militares ucranianos y 7 unidades de equipo militar fueron destruidos.
Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas destruyeron una empresa para la reparación de armas blindadas y lanzacohetes, incluidos las de fabricación extranjera, en la región de Jmelnitski. En la ciudad de Zaporiyia, los talleres de la planta de Iskra, donde se reparaban las estaciones de radar de defensa aérea y artillería de Ucrania, fueron destruidos.
Source: southfront.org