El ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen destacaron, en un mensaje conjunto dirigido al jefe del Consejo Político Supremo de este país, Mehdi al-Mashat, la voluntad de las fuerzas militares yemeníes para enfrentar a los agresores en Yemen.
Con motivo del 59º aniversario de la Revolución del 14 de octubre, el general de división Mohammad Nasser al-Atifi y el general de división Mohammad Abdul Karim al-Gamari, en un telegrama dirigido a Mashat, declararon que “nuestro enfrentamiento con los agresores es una opción estratégica que no se puede evitar, porque nuestra historia, nuestros principios y nuestros valores nos impiden rendirnos a los colonialistas y agresores”.
“La cuestión de Yemen está clara para todos los yemeníes, incluso para los que apoyaron a los agresores o los que se negaron a salir de su neutralidad, en la medida en que también fueron víctimas de sus ataques”, continuaron los altos mandos militares del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, del cual es miembro el movimiento Ansarulá.
El ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del Gobierno de Salvación Nacional destacaron que el principal objetivo del enemigo es destruir Yemen, saquear sus recursos naturales y hacer reinar el nuevo colonialismo.
Refiriéndose a la terquedad de la parte saudí y la negación de las demandas de Yemen en el acuerdo de alto el fuego, el general de división Mohammad Nasser al-Atifi y el general de división Mohammad Abdul Karim al-Gamari dijeron que “respetamos nuestras condiciones: o un alto el fuego que cumpla con todas las demandas de los yemeníes o una guerra en la que nuestro pueblo oprimido ganará”.
Cabe señalar que desde el pasado 2 de abril, el alto el fuego de dos meses entre las partes beligerantes en Yemen se ha prorrogado en dos ocasiones gracias a la mediación de Naciones Unidas. Este acuerdo iba a ser prorrogado el 3 de octubre, pero el incumplimiento de las exigencias del Gobierno de Salvación Nacional ha llevado hasta el momento a su no renovación.
A pesar del alto el fuego de seis meses, la coalición saudo-emiratí ha violado repetidamente el acuerdo, más recientemente cuando lanzó ataques con drones en Al-Hudaidah.
En esta perspectiva, fuentes diplomáticas anunciaron el 11 de octubre que las conversaciones destinadas a ampliar el alto el fuego yemení, en curso en Mascate, la capital omaní, siguen estancadas, y ante la falta de avances en estas conversaciones, la reanudación de la guerra es inminente.
Estas fuentes diplomáticas también dijeron que la delegación saudí de alto rango adoptó un enfoque contradictorio y engañoso frente a las demandas del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen.
Según la agencia de noticias Al-Khobar, que cita a fuentes familiarizadas con las conversaciones de Mascate, la delegación saudí no rechaza explícitamente las demandas del Gobierno de Salvación Nacional. Es el llamado Consejo Presidencial Yemení, vinculado a Riad, el que se opone de tal manera que Arabia Saudí parezca un simple mediador. Esta situación ha generado nuevas complicaciones en la conducción de las conversaciones, que cuentan con la mediación de Omán.
En este sentido, una fuente bien informada del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen ha anunciado que estas conversaciones no durarán mucho y, si no se logran avances reales, la coalición saudí tendrá que aceptar las consecuencias de su incoherencia, porque esto bloquea todas las vías hacia la paz.
El diplomático yemení dijo que las demandas de Sanaa son claras y que la coalición debe implementarlas o asumir la responsabilidad de la reanudación de la guerra.
El Gobierno de Salvación Nacional subrayó que los países agresores deben cumplir con sus obligaciones bajo el cese el fuego. Sobre la base del alto el fuego, se iba a reabrir el aeropuerto de Sanaa, se levantarían las barreras a los barcos que ingresan al puerto de Al-Hudaidah y se tendrían que pagar los salarios de los empleados del gobierno, que no han sido pagados durante años debido a la guerra.
Fuentes yemeníes señalan que en caso de reanudación de la guerra, las instalaciones petrolíferas de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos podrían convertirse en los blancos de ataques con misiles y drones, lo que dispararía mucho más el precio del petróleo a nivel internacional.
Source: Press TV