La jefa del FMI advirtió sobre los efectos de la rivalidad chino-estadounidense en la economía mundial.
El enfrentamiento comercial entre EEUU y China está dividiendo al mundo en bloques opuestos y esto podría conducir a una nueva guerra fría, dijo la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en una entrevista el sábado 12 de noviembre en el Washington Post.
“Si EEUU y China levantan nuevas barreras comerciales para obtener una ventaja en su competencia geopolítica, esto podría desencadenar un ciclo destructivo que dañará a la clase media y los hogares pobres”, advirtió Kristalina Georgieva. “Me preocupa la creciente fragmentación de la economía mundial. Probablemente estemos entrando en un mundo más pobre y, como resultado, menos seguro”, dijo.
Según la directora del FMI, los riesgos, en particular para los países emergentes, aumentan a medida que las dos grandes potencias levantan barreras arancelarias, que “podrían llevarnos a un mundo más pobre y menos seguro”.
La directora gerente del FMI se refiere en particular a los aranceles aduaneros impuestos desde 2018 por EEUU a los productos chinos. Se trata de 300.000 millones de dólares en bienes importados de China. La administración Biden no ha revertido estas barreras arancelarias decididas por Trump.
Sin embargo, estas barreras arancelarias no han contribuido a reducir el déficit presupuestario estadounidense y, por el contrario, han provocado una inflación inducida en EEUU, según esta funcionaria que advierte que una economía mundial dividida en campos opuestos se contraería en un 1,5%, o sea más de 1,4 billones de dólares, mientras que en Asia el porcentaje de pérdidas sería el doble.
Esta advertencia llega dos días antes de la reunión de los países del G20 y mientras el FMI se esfuerza por ayudar a los países emergentes que enfrentan una desaceleración mundial y un aumento del desempleo y la pobreza.
Económicamente, China está compitiendo con un EEUU en declive; una competencia entre potencias que ya ha trastornado el orden internacional unipolar tal y como se erigió tras la Segunda Guerra Mundial y el derrumbe de la URSS.
Un miedo visiblemente compartido por la Unión Europea. Según el Financial Times, una nota reciente de los servicios encargados de la política exterior de la Unión en Bruselas insta a los ministros de Asuntos Exteriores de los 27 países miembros a adoptar una línea más dura con respecto a Pekín. “China se ha convertido en un competidor aún más fuerte para la Unión Europea, EEUU y otros socios, subraya la nota. Por lo tanto, es fundamental estudiar la mejor manera de responder a estos desafíos actuales o futuros. […] En resumen, vamos hacia la competencia total en lo económico pero también en lo político”.
Por supuesto, EEUU, que se ve a sí mismo todavía como la primera potencia mundial, intenta no perder su hegemonía económica, cultural, financiera y militar ante China, pero parece incapaz de frenar el camino hacia un mundo multipolar.
La rivalidad con China impulsa a los políticos en Washington y es difícil lograr que renuncien a este proyecto. “La administración Biden no podrá evitar el deterioro de las ya tensas relaciones entre China y EEUU”, señaló Yilun Zhang, investigador asociado del Instituto de Estudios China-EEUU con sede en Washington, en una entrevista con Press TV, el 8 de noviembre.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)