El 28 de diciembre de 1968, las unidades de comando israelíes se infiltraron fácilmente en el aeropuerto de Beirut y destruyeron 13, o sea la mitad de los aviones, de Middle East Airlines del Líbano. El primer ministro sionista Benyamin Netanyahu fue uno de los asaltantes.
Algunos partidos libaneses consideran que la nación disfrutó de prósperas condiciones socioeconómicas además de una considerable estabilidad política en aquella época. La era dorada del Líbano y la ausencia de cualquier pretexto no impidieron que los sionistas cometieran su crimen.
Durante esa época, el Líbano no poseía un poder militar que pudiera protegerlo de la barbarie israelí que conspiraba para atacar la industria turística del pueblo libanés.
Hoy en día, el escenario ha cambiado. Las capacidades militares de Hezbolá pueden proteger el aeropuerto libanés e imponer una fórmula que sostenga el equilibrio de disuasión.
En este sentido, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, ha amenazado con que la Resistencia atacará el aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv si el enemigo israelí ataca el aeropuerto de Beirut.
Recientemente, los medios israelíes hicieron circular rumores para poner en entredicho la estabilidad del aeropuerto de Beirut. Esos rumores fueron repetidos por algunos partidos libaneses y árabes que olvidaron que la Resistencia libanesa protege el aeropuerto independientemente de todos sus complots e intereses políticos.
Source: Al Manar