Parece que la profanación del Corán en Estocolmo fue la gota que colmó el vaso. El presidente Recep Tayyip Erdoğan emitió algunos comentarios que suenan definitivos el lunes diciendo que “Suecia no debería esperar nuestro apoyo para su adhesión a la OTAN”.
El sábado, las manifestaciones contra Turquía en la capital sueca incluyeron un incidente en el que se quemó una copia del Corán frente a la embajada turca. La quema del Corán ha enfurecido a los funcionarios turcos, especialmente después de otra protesta hace menos de dos semanas en la que un grupo kurdo colgó una efigie del presidente Erdogan y tuiteó imágenes de este hecho.
Erdogan dijo el lunes que las autoridades suecas que permitieron que esto sucediera (dado que la policía estaba mirando y no intervino), lo cual es una prueba de que permiten las acciones de los terroristas en su país.
Según el Daily Sabah de Turquía, Erdogan “criticó a Suecia por permitir que simpatizantes de terroristas y otros distribuyan libremente propaganda de odio, y dijo que Estocolmo no debería esperar que Turquía apoye su candidatura a la OTAN”.
Según una traducción, Erdogan se dirigió a Suecia y dijo que si “no respeta la religión” de Turquía o los musulmanes, “entonces no recibirá ningún apoyo nuestro en la OTAN”.
El domingo, Erdogan había reiterado las demandas de que tanto Suecia como Finlandia, como parte de sus aspiraciones de membresía en la OTAN, entregaran a cientos de terroristas kurdos.
“En primer lugar, necesitan extraditar a casi 130 terroristas para que sus propuestas sean aprobadas en nuestro parlamento; desafortunadamente, todavía tienen que hacer esto”, dijo Erdoğan en un mitin de jóvenes, según la agencia estatal de noticias Anadolu.
La quema del Corán fue llevada a cabo por Rasmus Paludan, líder del partido político danés de extrema derecha Línea Dura. En abril del año pasado, el anuncio de Paludan de una “gira” de quema del Corán durante el mes sagrado musulmán del Ramadán provocó disturbios en toda Suecia.
Rodeado de policías, Paludan prendió fuego al libro sagrado con un encendedor tras una larga diatriba de casi una hora, en la que atacó al islam y la inmigración en Suecia. Alrededor de 100 personas se reunieron cerca para una contramanifestación pacífica.
Turquía ha solicitado que las autoridades suecas emprendan acciones legales contra este tipo de manifestaciones y aquellas otras que involucran a militantes kurdos.
A principios de este mes, la oficina de Erdogan dijo: “Instamos a las autoridades suecas a tomar las medidas necesarias contra los grupos terroristas sin más demora”. Mientras tanto, este nuevo incidente de la quema del Corán ha desencadenado protestas a gran escala contra Suecia dentro de Turquía, así como en otros países de mayoría musulmana.
Source: southfront.org