Tras el descarte congresal de dos proyectos de adelanto de elecciones y la escasa acogida a una iniciativa gubernamental, la ruta de salida a la crisis peruana parece hoy encaminada al retiro de la presidenta Dina Boluarte.
luego del rechazo al proyecto del izquierdista Partido Perú Libre (PPL), el congresista proponente, Jaime Quito, coincidió con colegas de otras fuerzas en que la propuesta del Gobierno debe someterse al procedimiento usual, es decir, con un debate previo en la Comisión de Constitución.
Su iniciativa planteaba un proceso electoral rápido, con la primera vuelta en julio y la instalación del nuevo presidente y los nuevos congresistas en octubre.
Previamente fue rechazado un proyecto del partido neoliberal Fuerza Popular, para celebrar elecciones en diciembre de este año, en reemplazo de otro aprobado en primera instancia y pendiente de ratificación, que planteaba los comicios para abril de 2024, objeto de fuertes críticas..
“Aquí lo único que tiene que presentar el Ejecutivo es que Dina Boluarte renuncie de una vez por todas”, señaló Quito, además de expresar su orgullo por haber incluido en el proyecto una demanda de la población, un referendo sobre la necesidad de una asamblea constituyente.
También la congresista progresista Ruth Luque señaló que la vacancia (destitución parlamentaria) de Boluarte “es la única respuesta a la demanda de los pueblos y al adelanto de elecciones”.
Por tanto, añadió, es necesario vacar a la presidenta, para lo cual la tarea es “articular un frente parlamentario sensible a las exigencias del pueblo; la prepotencia abusiva de la ultraderecha debe ser derrotada”.
Ante la falta de avances parlamentarios hacia el adelanto de los comicios como salida a una crisis que ha costado cerca de 60 muertes, la pertinencia de la renuncia presidencial es también planteada por legisladores de diversas bancadas, incluyendo a algunos de derecha.
Desde la derecha extrema se plantea que Boluarte “ponga orden” (reprima con mayor virulencia las incesantes protestas) y, si no puede gobernar, que no cargue la responsabilidad del adelanto electoral al Congreso y renuncie.
La jefa de Estado, que asumió hace poco menos de dos meses, reiteró ayer su negativa a renunciar. “Hay un sector mínimo de la población de estos grupos, que están generando la violencia y el caos en el país, que, a manera de chantaje”, plantea su dimisión, dijo.
Una reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) evidenció que el 76 por ciento de la población desaprueba la gestión de Boluarte y e 69 por ciento está a favor de una constituyente.
Otro sondeo, de la empresa privada CPI, consignó que el 70,6 por ciento desaprueba su gestión y e 62,8 por ciento opina que debería renunciar.
El conocido periodista César Hildebrandt comentó que al anunciar Boluarte su proyecto de adelanto de elecciones ante la falta de acuerdo en el Congreso, él pensó que plantearía que iba a renunciar si no fuera aprobado.
Señaló que Boluarte no dimite porque teme ir a prisión, porque las necropsias a muertos en la represión de las protestas han comprobado que las balas que recibieron corresponden al armamento oficial del Ejército y la Policía.
Source: Prensa Latina