Los países occidentales han convertido en una norma, si no en una política, eludir deliberadamente a las instituciones gubernamentales libanesas al implementar sus políticas en el Líbano. A medida que aumentan las presiones occidentales sobre el Líbano en temas como la reforma económica y los refugiados sirios, se han incrementado los esfuerzos para ofrecer una línea independiente de asistencia a las instituciones militares y de seguridad sin consultar a las autoridades oficiales correspondientes.
Según el diario libanés Al-Akhbar, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth del Reino Unido envió al director general para Oriente Medio, Vijay Rangarajan, a Beirut a mediados de febrero con la intención de celebrar reuniones privadas con el comandante del Ejército, general Joseph Aoun, y de inspeccionar las fronteras con Siria sin informar a las autoridades oficiales libanesas.
El enviado británico también visitó campos de refugiados sirios, donde mantuvo reuniones confidenciales en las que trató de disuadirlos de regresar a casa. Durante las reuniones, Rangarajan afirmó que su país no cree que la situación en Siria ahora sea lo suficientemente segura como para que estas personas regresen allí, afirmando que la ayuda brindada por los países donantes es suficiente para proporcionar lo que el Estado libanés gasta en los desplazados, informó el periódico libanés el martes.
Conversaciones con el Ejército libanés
Mientras tanto, Rangarajan, que se especializa en temas de lucha contra el terrorismo y Oriente Medio, dedicó la mayor parte de sus charlas a discutir formas de brindar apoyo especial al Ejército libanés al margen de cualquier canal oficial. Por lo tanto, ignoró el debate actual sobre la capacidad del comandante del Ejército para trabajar con los donantes sin el permiso del Consejo de Ministros y sin informar al ministro de Defensa en cuestión.
No obstante, es notable que la visita fue más allá de los estándares diplomáticos, en lo que parece ser una norma en las interacciones de las naciones europeas con el Líbano. La parte británica únicamente organizó la logística de la visita con el comandante general del Ejército, Joseph Aoun, y la Dirección de Inteligencia del Ejército.
Visita a Gran Serrallo
El avión que transportaba al visitante británico aterrizó en la pista de los aviones privados y éste ingresó a la sala VIP con la delegación que lo acompañaba. Rangarajan también visitó el Gran Serrallo, donde se reunió con el primer ministro Nayib Mikati. El ministro de Relaciones Exteriores, Abdullah Bou Habib, que estaba en el Gran Serrallo en ese momento estaba desconcertado por la delegación, de la que no estaba al tanto, según Al-Akhbar.
Después de contactar a los departamentos del Ministerio de Relaciones Exteriores, se hizo evidente que la Embajada de Líbano en Londres no estaba al tanto de la visita, mientras que la Embajada de Gran Bretaña en Beirut declaró que no había sido notificada.
Cuando Bou Habib se reunió con Miqati, este negó saber que la visita era secreta y afirmó que creía que se había coordinado previamente con el Ministerio de Relaciones Exteriores libanés. Más tarde, se hizo evidente que la visita de Rangarajan a Miqati tenía la mera intención de obtener cobertura del primer ministro para el proceso informal de colaboración con el mando del Ejército, observando que la agenda del funcionario británico estaba repleta de reuniones con los líderes militares.
Rangarajan trató el asunto, al igual que otros funcionarios occidentales, asumiendo que no hay necesidad de contactar a ningún funcionario del gobierno en el Líbano o al Ministerio de Defensa antes de hablar con el aparato militar, que debe estar subordinado, según la Constitución y la ley, a las directrices de la autoridad política. Vale la pena señalar que el propio comandante del Ejército no se coordina a este respecto con ninguno de los dirigentes libaneses, algo de lo que los británicos son plenamente conscientes.
Cooperación con el Ejército libanés
Según Al-Akhbar, el funcionario británico discutió con el comandante del Ejército los métodos de colaboración entre las dos partes, así como el futuro de los programas de asistencia de Gran Bretaña al aparato militar libanés. La discusión también abordó la contribución británica a la construcción de torres para regimientos fronterizos en la frontera siria.
Aoun organizó un recorrido por la frontera siria para el responsable británico y su delegación para ver los procesos en las torres de vigilancia. Además, se discutieron las perspectivas de cooperación entre las dos partes en este y otros temas. Cabe señalar que estas torres se construyeron con la ayuda británica, pero EEUU contribuyó instalando enormes cámaras en ellas para transmitir imágenes en vivo al Centro de Operaciones del Mando del Ejército.
Sin embargo, los expertos revelaron que el sistema de transmisión permite enviar datos a otros lugares a través de satélites, incluida una sala militar monitoreada por estadounidenses en la base aérea de Hamat, en el Líbano, y otra en una base británica en Chipre.
Source: Al Akhbar