El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ha insinuado que puede reanudar su controvertido plan de reforma judicial después de que la Knesset (el parlamento israelí) aprobara su proyecto de ley de presupuesto, lo que provocó reacciones de indignación de los políticos de la oposición.
Netanyahu dijo al Canal 14 de televisión del régimen después del debate de toda la noche en la Knesset que la reforma judicial ahora volverá a la agenda.
“Estamos tratando de llegar a un entendimiento (en las conversaciones de compromiso con los partidos de la oposición). Espero que tengamos éxito en eso”, dijo el miércoles.
Los comentarios se produjeron después de que se aprobara el proyecto de ley de presupuesto de dos años de su gabinete con el apoyo de los 64 legisladores de la coalición en el parlamento de 120 escaños.
“Ganamos las elecciones, aprobamos el presupuesto, continuaremos por cuatro años más”, escribió Netanyahu en Facebook.
Los políticos de la oposición se han opuesto a las declaraciones de Netanyahu.
Yair Lapid, ex primer ministro israelí, exigió que el presidente Isaac Herzog, que ha estado mediando en las negociaciones con el gabinete, pida explicaciones a Netanyahu.
El socio de coalición de Lapid, Benny Gantz, ex ministro de Asuntos Militares del régimen, dijo que si se presenta la reforma judicial, “sacudiremos al país y lo detendremos”.
El shekel cayó el miércoles casi un 1% frente al dólar, su nivel más bajo desde marzo de 2020, en lo que los analistas vieron en parte como una respuesta a la perspectiva de una nueva agitación política y económica.
Bajo el plan de reforma judicial, Netanyahu busca darle al gabinete extremista del régimen más influencia en el proceso de selección de los jueces del Tribunal Supremo, al tiempo que busca empoderar a los políticos y a la Knesset para anular los fallos del tribunal.
La introducción de las reformas en enero desencadenó meses de protestas contra Netanyahu sin precedentes, y los críticos describieron el plan como una amenaza a la independencia de los tribunales por parte del primer ministro, que está siendo juzgado por cargos de corrupción.
Enfrentado a una abrumadora presión pública, Netanyahu anunció a fines de marzo que detendría el plan y entablaría conversaciones con la oposición.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)