La guerra israelí contra la Franja de Gaza parece haber afectado las relaciones entre Irán y Turquía.
Según el periódico libanés Al-Akhbar, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha decidido posponer su visita oficial a Ankara prevista para el martes 28 de noviembre.
Oficialmente, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, atribuyó este aplazamiento a la participación de los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gaza, según la agencia de noticias iraní Fars.
Pero fuentes cercanas al gobierno iraní informaron a Al-Akhbar que el aplazamiento se produjo después de la decisión del gobierno turco de cancelar el permiso para una gran manifestación en apoyo a Gaza organizada en la capital turca por grupos y organizaciones no gubernamentales a la que el presidente iraní había sido invitado.
Además, Teherán parece agraviado por la posición que ha adoptado Turquía ante la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, contentándose con una condena verbal, sin tomar medidas operativas, como la suspensión, entre otras cosas, de sus relaciones políticas y económicas con “Israel”.
Fuentes revelaron al diario libanés que el discurso del Líder Supremo Ayatolá Ali Jamenei se dirigió primero a Turquía cuando declaró que los estados islámicos deberían limitar sus exportaciones de productos y bienes energéticos a la entidad sionista.
Sabiendo que Turquía sigue exportando gas a la entidad sionista y permite que por sus puertos transiten mercancías hasta ese destino.
Una fuente informada reveló a Al-Akhbar que el presidente Raisi había pedido a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la cumbre de la Organización de Cooperación Económica en Tashkent el 9 de noviembre, que rompiera las relaciones económicas y comerciales con “Israel”, pero él se negó.
Otro signo de la tensión en las relaciones entre estos dos pesos pesados del mundo islámico: la primera dama de Turquía organizó durante dos semanas una reunión de apoyo en Gaza a las primeras damas de varios Estados islámicos, entre ellos Qatar, Malasia y Uzbekistán, pero no invitó a la esposa del presidente iraní.
Source: Al Akhbar