Las tensiones entre Sudán y Egipto se elevaron el martes varios grados después que el gobierno del primero prohibió las importaciones de productos animales y agrícolas del segundo.
Horas atrás el gobierno sudanés anunció la posposición ‘hasta una fecha futura’ de la visita que tenía programada a Egipto su canciller, Ibrahim Gandhour, señalada para mañana miércoles y diseñada para apaciguar las tensiones bilaterales.
La semana pasada el presidente sudanés, Omar al Bashir, en una alocución ante jefes militares, acusó a El Cairo de apoyar a los rebeldes de la zona de Darfur a los que afirma haber capturado vehículos blindados de fabricación egipcia; El Cairo negó las alegaciones.
En realidad la prohibición sudanesa de importar productos agrícolas de su vecino del norte fue adoptada en marzo pasado y la veda anunciada hoy la amplía y refuerza.
Las fricciones entre ambos países datan del derrocamiento en 2013 por el Ejército del presidente egipcio Mohammed Morsi, un miembro relevante de la Hermandad Musulmana (HM), apenas 13 meses después de haber asumido el cargo y en medio de multitudinarias protestas populares que demandaban su renuncia.
El presidente sudanés tiene estrechos lazos con la HM, cuya plataforma, choca a vastos sectores de la sociedad egipcia, de mayoría musulmana, pero opuesta a los presupuestos islamistas a ultranza de la cofradía.
Otra causa de disenso entre los dos países es el apoyo sudanés a la gran presa Renacimiento, construida por Etiopía en las aguas del Nilo Azul, que El Cairo teme disminuya el flujo por su territorio del río al que debe su antiquísima civilización.
Source: PL