El presidente estadounidense Joe Biden afirmó en una entrevista difundida el martes que se oponía a la política seguida por el primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, en la Franja de Gaza, calificándola de error y pidiendo a “Israel” que firme un alto el fuego.
“Creo que lo que está haciendo está mal. No estoy de acuerdo con su enfoque”, dijo el presidente estadounidense en una entrevista con el canal en español Univisión, en respuesta a una pregunta sobre la conducción de la guerra.
Según AFP, “se trata de uno de los comentarios más severos del presidente estadounidense contra el líder israelí, mientras EEUU muestra una creciente impaciencia ante el desastre humanitario en curso en el territorio palestino” bombardeado por el ejército de ocupación israelí.
También consideró “escandaloso” que el convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen fuera blanco de un ataque israelí, matando a siete miembros de la ONG.
“Lo que pido es que los israelíes pidan un alto el fuego, que permitan durante las próximas seis u ocho semanas el pleno acceso a los alimentos y medicinas que lleguen”a Gaza, afirmó Biden.
Habló por teléfono la semana pasada con Netanyahu, planteando por primera vez la posibilidad de condicionar la ayuda estadounidense a “Israel” a medidas “tangibles” sobre esta situación humanitaria, según AFP.
EEUU, que proporciona miles de millones de dólares en ayuda militar a la entidad sionista, exige que “Israel” haga más para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
Pero, según muchos observadores, las peticiones de alto el fuego del presidente estadounidense no son serias, ya que se ha negado desde el inicio de la guerra, y a pesar de los incesantes llamamientos, a suspender la ayuda militar.
Las posibilidades de reelección del presidente estadounidense son no son ahora muy elevadas debido a su política incondicionalmente proisraelí que irrita a varios sectores de la población estadounidense, incluidos los musulmanes, y se sospecha que ha difundido falsas impresiones sobre un supuesto distanciamiento de Netanyahu, mientras continúa proporcionándole las armas que necesita en su guerra.
El senador Bernie Sanders, aliado de los demócratas, criticó este lenguaje tortuoso de la administración estadounidense en un podcast ampliamente distribuido en Internet. “Un día el presidente está enojado con Netanyahu, otro día está muy enojado y al tercer día está muy, muy enojado. ¿Y qué? Todavía hay más ayuda militar a “Israel” como parte de un proyecto de ley complementario”, lamentó.
En marzo de 2024, el diario estadounidense Washington Post reveló que desde el 7 de octubre de 2023 se han entregado a “Israel” más de 100 envíos de armas estadounidenses, entre ellas misiles guiados de alta precisión, bombas de pequeño diámetro, misiles antiaéreos, búnkeres, armas y otros. Los funcionarios dijeron al periódico que las exportaciones no se hicieron públicas porque el valor de cada envío estaba por debajo del límite que requiere la autorización del Congreso, pero toda la ayuda consistió en “grandes cantidades” de armas y municiones. En la mayoría de los casos, estos envíos eluden la autorización del Congreso.
A diferencia de la ayuda militar proporcionada a Ucrania, los detalles de la concedida a la entidad sionista se mantienen en secreto.
La prensa reveló que había enviado, entre otras cosas, misiles guiados por láser, proyectiles de 155 mm, vehículos militares, dispositivos de visión nocturna, municiones para atravesar las barricadas y otras.
En enero de 2024 se enviaron F-34, F-15 y helicópteros Apache, según el Canal-12 de la televisión israelí.
El último envío anunciado fue entregado a “Israel” a finales del pasado mes de marzo. Incluye 1.800 bombas MK84 de una tonelada cada una, 500 bombas MK82 de un cuarto de tonelada cada una, 25 aviones militares y motores tipo F-35 por un valor de más de 2.500 millones de dólares.
La administración estadounidense los envió un día después de mostrar su abstención en la votación a favor de un proyecto de resolución para exigir un alto el fuego inmediato en el Consejo de Seguridad. Su abstención fue vista como una evolución en su posición, ya que anteriormente había vetado dos veces resoluciones similares. Antes de esta votación, Washington había intentado aprobar un proyecto de resolución que, según decía, estaba a favor de un alto el fuego en Gaza, aunque estaba condicionado a la liberación de los detenidos israelíes de Hamas. Los rusos, chinos y argelinos votaron en contra del mismo, acusando a los estadounidenses de “engaño”.