El movimiento Ansarulá se está moviendo para imponer nuevas ecuaciones en el Océano Índico, ampliando la confrontación desde los ataques contra barcos israelíes que van en dirección hacia el Cabo de Buena Esperanza, que bordea Sudáfrica, con un impacto mayor en el tráfico marítimo de “Israel”, en el marco de sus esfuerzos por implementar un bloqueo total al movimiento de barcos comerciales hacia y desde los puertos israelíes.
Si bien sus ataques militares en el Mar Rojo han disminuido relativamente en los últimos dos días, las fuerzas navales de Sanaa han intensificado sus operaciones en el Océano Índico. Al-Akhbar supo, a través de fuentes militares informadas, que estas fuerzas impusieron control de fuego en áreas estratégicas alrededor de la isla de Socotra en el corazón del océano. Las fuentes afirmaron que esta expansión se debe al desarrollo de las capacidades militares aéreas yemeníes, especialmente en el ámbito de los drones, y de los misiles balísticos navales. Las fuentes señalaron que las fuerzas yemeníes llevaron a cabo una serie de ataques en el Océano Índico, la mayoría de ellos los cuales no fueron declarados, con excepción de tres ataques a buques comerciales israelíes que se dirigían a puertos de la entidad sionista.
Desde que Sanaa transfirió sus operaciones al Océano Índico el 14 de febrero y a pesar de que la Autoridad de Operaciones Comerciales británica ignoró más de una operación ofensiva llevada a cabo por las fuerzas de Sanaa en este océano, la última de las cuales fue ayer el jueves amanecer, más de una fuente cercana a Ansarulá confirmó a Al-Akhbar que las operaciones allí están aumentando. La operación de ayer fue la segunda en una semana, después de un ataque anterior llevado a cabo en vísperas del Eid al-Fitr la semana pasada.
En el contexto de estos acontecimientos, el experto militar británico Howard Weldon confirmó ayer a la cadena estadounidense CNN que hay “malas noticias en el Océano Índico” y señaló que “los huzíes hicieron algo allí”. También sobre el terreno, durante los dos últimos días, aviones estadounidenses y británicos llevaron a cabo una serie de incursiones en zonas costeras de la gobernación de Al-Hudaida y zonas de la gobernación de Saada. Estas incursiones se produjeron después de un enfrentamiento naval limitado en el sur del Mar Rojo entre las fuerzas navales de Sanaa y la Marina de EEUU.
En su discurso semanal del jueves, el líder del movimiento Ansarulá, Abdul-Malik al-Huzí, reveló que sus fuerzas llevaron a cabo 14 operaciones militares en el Mar Rojo, el Golfo de Adén y el Océano Índico durante los últimos días, en los que utilizaron 36 misiles navales y drones, revelando que las fuerzas navales yemeníes atacaron ocho buques comerciales pertenecientes al enemigo israelí, EEUU y Gran Bretaña, considerando la reciente retirada de varios buques de guerra europeos del Mar Rojo y el Golfo de Adén, se vieron afectados por los ataques militares yemeníes.
Al comentar sobre los recientes acontecimientos, el experto militar general de brigada Muyib Shamsan, cercano al Ministerio de Defensa en Sanaa, dijo a Al-Akhbar: “Todas las operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de Sanaa desde el Mar Rojo y el Golfo desde Adén hasta el Océano Índico entran dentro del marco de un camino estratégico planificado”. Añadió que “el anuncio de Sanaa de ampliar la batalla al Océano Índico es una de las decisiones estratégicas que confundió al enemigo israelí, estadounidense y británico, y dispersó sus capacidades defensivas de manera notable”. Añadió que “el liderazgo en Sanaa había confirmado previamente que la escalada naval yemení no se limita a una zona geográfica concreta, sino que se extenderá hasta el punto más lejano al que puedan llegar nuestros misiles y drones”.
Shamsan destacó que “Sanaa se preparó para esta batalla antes de anunciarla”, y agregó que “pudo desarrollar sus capacidades militares en fuerza de misiles y drones durante los últimos cinco meses de combates al nivel de precisión, poder destructivo y neutralización de los sistemas de interferencia y de guerra electrónica hasta tres veces más que antes de la operación Inundación de Al-Aqsa. Sanaa espera “lograr más sorpresas estratégicas e imponer más ecuaciones militares contra el enemigo durante el próximo período.”
Source: Al Akhbar