La destitución por decreto real del príncipe heredero saudí, Bin Nayef, en beneficio del hijo del rey, Mohammed bin Salman, ha sido calificada de “golpe de estado” por varios analistas en temas de Oriente Medio. En efecto, esta iniciativa no tiene precedentes desde la formación del reino saudí. Mohammed bin Nayef y su clan fueron apartados del trono al término de tres años de guerras intestinas e intrigas palaciegas.
Bien Salman ha subido al poder escalón tras escalón. Él comenzó como ministro de Defensa, antes de ser designado segundo príncipe heredero. Esta subida tuvo lugar a costa de Bin Nayef, cada vez más aislado en el escenario político saudí y apartado de toda ceremonia pública. Bin Salman se convirtió en sucesor “de facto” manejando la política cotidiana del reino, en su lugar de su padre debilitado por la enfermedad, aunque su actuación nunca ha estado a la altura de las circunstancias.
Muchos en la familia real consideran a Bin Salman como un gobernante fracasado por haber empujado al país a la guerra de Yemen, que el reino ha sido incapaz de ganar, y la crisis de Qatar, además de su fracaso en el apoyo a los terroristas de Iraq y Siria. El país vive también una grave crisis económica.
En este sentido, una petición de un número de príncipes saudíes ha sido publicada en las redes sociales. En ella, estos miembros de la familia real advertían al rey Salman el pasado año en contra de designar como heredero a Mohammed bin Salman, señalando que tal decisión tendría consecuencias desastrosas para el país.
Según el sitio libanés Al Ahed, tal petición fue enviada en diciembre de 2016 por la Oficina del príncipe Mukrin bin Abdulaziz, antiguo príncipe heredero de Arabia Saudí. Ella fue firmada por 21 renombrados príncipes -Turki ben Faisal, Walid bin Talal, Mohammed bin Nawaf y Jalid bin Turki-, que denunciaron toda eventual decisión del rey de nombrar a su hijo príncipe heredero.
Otro episodio de descontento tuvo lugar durante las ceremonias dirigidas a prestar juramento al príncipe heredero, durante las cuales un príncipe saudí le lanzó duras acusaciones antes de que los guardias le sacaran de la sala por la fuerza.
“Las imágenes mostraron a un príncipe heredero aproximarse a Mohammed bin Salman y lanzándole acusaciones virulentas. Los guardias del nuevo príncipe heredero le sacaron de la escena inmediatamente”, informó la cadena iraní Al Alam.
Según la agencia de prensa saudí, SPA, el gran mufti de Arabia, Sheij Abdul Aziz bin al Sheij y otras personalidades locales así como numerosos príncipes prestaron juramento de fidelidad a Bin Salman en el Palacio de Al Safa, en Meca.
La accesión al trono de Bin Salman no ofrece nada bueno para los saudíes ni para la región. El mal manejo de la economía saudí -que sufre un déficit de 80.000 millones de dólares y un presupuesto público lastrado por los enormes gastos militares- proseguirá y la guerra de Yemen, la crisis con Qatar, las tensiones con Irán y la hostilidad con Siria continuarán, al menos en un futuro próximo, con el consiguiente coste político y económico para el reino.
Ahora, según el famoso tuitero Moujtahed, el rey Salman bin Abdulaziz cuenta con dimitir pronto en favor de su hijo y asegurar así que se convierta en rey. Él afirmó que se espera una campaña de arrestos contra príncipes de la familia reinante. Él señaló que existe un sentimiento de cólera en muchos sectores de la familia real y habrá que ver si ella será contenida o explotará en forma de rebelión dentro de la corte.
Fue también Bin Salman el artífice del plan para comprar armas a EEUU por la exorbitante cantidad de 110.000 millones de dólares para asegurar el apoyo de Washington a su accesión al trono. En este sentido, Moujtahed señala que “el presidente Trump estuvo personalmente al corriente de estas maniobras para destituir a Bin Nayed, un hombre que ha tenido amplias conexiones con los norteamericanos, mientras que algunas instituciones estadounidenses y países europeos, en particular Alemania, no fueron conscientes de las mismas”.
Source: Sitios Web