La cadena estadounidense de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) ha cerrado temporalmente sus 108 sucursales en Malasia en respuesta al boicot provocado por los ataques israelíes a Gaza, así como a las campañas de apoyo al pueblo palestino.
Este fenómeno comenzó con la práctica ausencia de clientes durante una semana, según los empleados.
La decisión de cerrar las sucursales de KFC fue tomada por QSR Brands, propietaria y administradora de KFC en Malasia. Esta elección es visible en Google Maps, donde las tiendas aparecen como “cerradas temporalmente”.
Un portavoz anónimo de QSR dijo que la suspensión era una oportunidad para detener ciertas operaciones que estaban afectando a sus resultados financieros.
Ante la presión del boicot, QSR también ha adaptado su estrategia de marca para adoptar una identidad más islámica, como se ve en los tableros de menú y en las publicaciones, afirmando que la marca es propiedad de la empresa estatal Johor.
Impactos económicos y solidaridad
Los boicots también han afectado a otras marcas estadounidenses como Starbucks y McDonald’s, debido a sus vínculos con “Israel”.
Berjaya Food, propietaria de 400 tiendas Starbucks en Malasia, informó una pérdida neta de 42,6 millones de ringgit malasios para el último trimestre de 2023.
QSR también opera establecimientos KFC en Singapur, Brunei, Camboya y más de 480 Pizza Huts en Malasia y Singapur.
Esta serie de cierres se produce mientras “Israel” continúa una guerra devastadora contra Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023, que ha causado decenas de miles de víctimas civiles, en su mayoría niños y mujeres, y provocó una catástrofe humanitaria sin precedentes.
“Israel” ha sido citado ante la Corte Internacional de Justicia acusado de genocidio, aunque el conflicto persiste a pesar de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige un alto el fuego inmediato.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)